Encerrada.

Capitulo 4

Me desperté por el sonido que provenía del reloj que se encontraba en la mesita de noche, la alarma estaba sonando, observe el reloj y eran las seis de la madrugada, me sentia tan cansada y mi cuerpo dolia como si hubiera corrido un maratón y bueno no estaba muy alejada de la idea la noche anterior había corrido como nunca antes y ahora todo mi cuerpo estaba agotado, apague la alarma y volví a la cama para poder dormir un poco mas, ya no me importaba nada yo solo quería dormir y eso era lo que haría.

Abrí los ojos lentamente y tuve que volver ha cerrarlos un par de veces para acostumbrarme a la luz que entraba por la ventana me pare de la cama y observe el reloj ya eran las ocho y treinta de la mañana, sali de la cama y trate de despertarme por completo no tenia nada que hacer y bueno estaba encerrada en ese maldito cuarto; acomode mi ropa con mis manos y trate de arreglarme el cabello atándolo en una coleta.

En cuanto según yo me arreglé un poco mejor de como me encontraba en esta mañana me acerque a la ventana y la abri para que el aire fresco entrara, afuera era hermoso los árboles hacian que el lugar se viera vivo y pacífico, un lugar donde me gustaría estar sentada bajo un árbol leyendo y devorando libro tras libro. Un ruido proveniente de la puerta me hizo apartar la vista del enorme patio trasero lleno de árboles y concentrarme en la puerta, cuando está se abrio puedo observar su cabello castaño que se encontraba mojado y despeinado, suponia que se acaba de dar una ducha, tenia puesta una camisa roja y unos pantalones de mezclilla color negro y llevaba unos converse negros; entro cerrando la puerta detrás de él y me observo de arriba a bajo y luego fijo su vista en mis ojos.

-que bueno que ya has despertado, vine hace rato pero te encontrabas dormida y no te quise despertar supongo que estabas muy cansada ¿pudiste descansar?.-espera ¿que? Era yo o Cárter se estaba comportando amable conmigo, ¿que ha pasado con el idiota de ayer?

-si, estaba muy cansada.-dije casi en un susurro apenas audible.

-vine aquí para hablar contigo.

-¿Ya me dejarás ir?

-lo lamento pero no puedo. Pero quiero que sepas que no te pasará nada malo, no te ocurrirá lo que a las otras chicas pero trabajaras para nosotros...-no entendia lo que esta diciendo, trabajar para ellos ¿en que? Él parecio notar mi cara de confusión así que continuo hablando. -necesitamos a una empleada que ayude con los deberes de la mansión y bueno tu te encargarás de ello y le ayudarás a Carmen y Lía.

-¿Estas hablando enserio?

Me mirl confundido por mi pregunta y luego contesto-si

-Pero...no entiendo ¿por que? Creí que me harían lo mismo que a las demás.

Él llevó su mano a su nuca y se rascó nerviosamente luego me miro y metió las manos en su pantalón negro.

-bueno supongo que te lo debía ¿no? Por lo que hiciste ayer... así que supongo que con esto ya estamos a mano tendrás que quedarte en esta habitación con Carmen y Lía, empezarás a trabajar desde hoy Carmen te mostrará todo lo que debes saber así que no te....

-Espera, espera.-dije interrumpiéndolo.- yo no pretendo trabajar aquí yo necesitó regresar con mi fa...-ya no sabía como completar esa frase la verdad es que no tenía a donde ir, no tenía familia, no tenía nada, así que tal vez no sería tan mala idea trabajar aquí pero aún así esto no me gustaba lo que ellos hacían estaba mal pero no me quedaba de otra, ellos no me dejarían ir, respire profundo y me concentre en lo que estaba diciendo.-no puedo trabajar aquí no soy una maldita esclava que tiene que estar sirviéndoles.

-no tienes otra opción. Tal vez quieras que te pase lo que a las demás ¿no? Eso es lo que quieres o aceptas esta oportunidad o te pasa lo que a las demás.-lo dijo en un tono tan frío, que me dejó sin aliento, pronto recobre mi postura y lo mire directo a los ojos.