Diferencia de Edades. [Larry Stylinson]

Capítulo Dieciocho

*Dedicaciones pendientes*

Trabajo.

Al final terminé abriendo la puerta de mi departamento con dos jaulas de gatos en mis manos. Cerré la puerta y caminé hasta la sala para poner las jaulas en el piso y abrirlas. Los gatos salieron corriendo y los vi perderse por el pasillo.

Guardé las jaulas en el armario que estaba a lado de la puerta principal y fui hacía la cocina. No había mucho que hacer ahora. Aún era temprano para cenar y el lugar estaba limpio.

Terminé acostándome de estómago sobre el sofá totalmente aburrido. Necesito más amigos, debería también hablar con Liam, pero ahora no.

Saqué el celular de mi bolsillo y miré si tenía algún mensaje o llamada de Harry, pero no había nada. Dejé el celular en la mesita mientras me daba la vuelta y miré el respaldar del sillón.

Seguro se está divirtiendo, está con sus compañeros, es normal que salga con ellos y este feliz. Está salida me hizo dar cuenta de las dimensiones y la diferencia que tenemos, pero no debo deprimirme y retractarme de nuestra relación, aunque ahora lo estoy pensando.

Me giré y vi el techo de mi departamento. No, solo debemos conocernos más y después todo se acoplará, si quiero que esto funcione debo también luchar y... Me levanté del sofá. Voy a ir a hablar con Liam, no podemos estar peleados todo el tiempo, además el animó se me subió.

Agarré mi celular, las llaves estaban en mi bolsillo. Asegure la puerta y fui hacía las escaleras para ir al piso de arriba, no creo que los gatos destruyan mi casa si están solos unos minutos.

Llegué al apartamento de Liam sin saber si está o no. Si no está, no sé cuando junte el valor suficiente para volver. Pero eso no importaba ahora, toqué el timbre y esperé a escuchar algún ruido, por suerte escuché pasos acercarse. Esto es raro, usualmente, Liam viene a mi departamento.

Entonces la puerta se abrió.

-Liam, no deberías abrir la puerta sin preguntar. Yo podría ser un asesino o un ladrón.- Sonreí tratando de liberar la tensión que sentía.

-Louis- Murmuró sin ganas -, ¿qué quieres?

 

-...- Mi sonrisa bajo un poco -Quiero recuperar a mi amigo... Liam, por favor. Eres mi mejor amigo, el mejor amigo que tengo en el mundo, no puedes estar enojado por siempre conmigo.

-Si puedo.- Entonces lo vi a punto de cerrar la puerta, pero lo detuve.

-No, espera- Agarré la puerta y la pared para evitar que la cierre -. Bien, si puedes...- Murmuré con tristeza -Y me iré, si me dices que no me extrañas y que ya no quieres ser mi amigo.- Lo miré a los ojos.

-...- Ladeó un poco la cabeza y me miró unos segundos para después sonreír.

-¿Por qué sonríes? ¿Te causó gracia o qué?

-...- Siguió sonriendo, lo cual me hizo enojar.

- ¿Sabes qué? Mejor no me respondas, yo también puedo estar contigo por siempre.- Caminé dos pasos hacía atrás.

-Sigues siendo el mismo alterado de siempre.- Comentó con una sonrisa que solo quiero borrar.

-Pues sí, ¿y qué? Yo soy así.- Me cruce de brazos bufando mientras miraba a otro lado.