Andru no te vayas.

2.9K 224 39
                                    

Hola...
Los personajes pertenecen a Naoko Takeuchi, yo solo escribo por que me encanta.
Besos, ojalá que les guste.
Dam Frost.
Capítulo 5
Andru... No te vayas
- Seiya, dime ¿Es tu amante? - Preguntó Taiki sin rodeos.
- ¡No! Por supuesto que no. - Dijo rápidamente. - Es que, es mi culpa que este así, yo... Le provoqué un accidente y me sentí en deuda con ella, yo... Tenía que ayudarla. - Añadió
- Seiya... Cualquier persona solo le paga el seguro medicó, pero no la lleva a su casa. Comprende no es buena influencia para Molly, se puede robar algo. - Dijo con tono reprobador.
- Ella es incapaz de hacer algo asi. - Le defendió con vehemencia. - Taiki, yo... Tenía que hacerlo, entiende. - Añadió con desesperación.
- ¿Te gusta? - Preguntó Taiki, mirándolo con suspicacia.
- ¿Qué? ¡No! ¡Por supuesto que no! - Dijo ruborizado y con demasiada rapidez.
- ¡Eso es! Te gusta, por eso la trajiste aquí. Solo que no lo quieres reconocer. - Dijo abriendo los ojos con asombro.
- ¡Ya te dije que no! - Dijo fastidiado por su insistencia. - Es solo que me llevo demasiado tiempo encontrarla, no puedo permitir que se vaya. La perdere... No puedo hechar a la basura todo lo que he adelantado, mi plan se ira abajo. - Añadió.
- ¿De que hablas? ¿Qué plan? - Pregunto Taiki, confundido.
- Olvidalo, no entenderías. - Dijo evasivo.
- Seiya, ¿Quién mejor que yo para entender? Dime que es tan importante. - Preguntó con incertidumbre.
- Solo debes de saber que tiene que ver con nuestra hermana. - Le dijo.
- ¿Esa chica que relación puede tener con nuestra hermana?. - Respondió.
- Taiki, ya no me preguntes más. No te diré nada. Vamos a cenar, Amy te espera y ya estará impaciente. Ire por la chica.- Dijo negándose a seguir hablando y dirigiéndose a la puerta.
Taiki lo siguió resignado, Seiya ya había dado por terminada la conversación y no le diría nada, ya después vería como averiguar que se traía entre manos.
***
Serena se sentó a un lado de Amy que la miraba de reojo con cierto receló, Seiya le sonreía levemente cuando sus miradas se encontraban en señal de complicidad y apoyo, pero ella se sentía visiblemente incómoda, ya que Taiki la miraba insistentemente, estudiando con detalle, todos sus movimientos, esperando algún error y encontrar algún indicio que le revelara la razón de su estancia en esa casa.
Después de una interminable cena en la que ella apenas pudo probar bocado de la deliciosa comida, Seiya los invito a pasar a la sala de estar para comer ahí él postre, se acercó a Serena y la levanto en brazos.
- Seiya no hace falta que me cargues a cada momento. - Le susurró al oído incómoda por la forma en que los presentes los miraban.
- ¿Quieres que me pierda la oportunidad de tocar tu bello cuerpo? - Le dijo con picardía depositándola en un sillón.
Serena se ruborizó visiblemente ante su comentario y este sonrió.
- Esta bien, solo bromeaba, lo hice para molestar a Taiki, prometo que te conseguiré algo para que te puedas mover tú sola, ¿De acuerdo? - Respondió y ella lo miró con agradecimiento.
-Seiya, ¿Ya pensaste en el baile de caridad de la asociación? - Preguntó Taiki.
- ¡El baile! - Exclamó. - Lo había olvidado. ¿Cuándo es? - Le preguntó pensativo.
- El próximo viernes, supongo que iras con Reih. ¿Verdad? - Preguntó Taiki con doble intención.
Seiya se sorprendió ante el comentario de Taiki y respondió .
- Supones mal. - Dijo sonriendo.
- ¿Con quién iras? - Preguntó, sin querer oír la respuesta.
- Con Serena por supuesto. - Dijo con una sonrisa llena de malicia.
- ¿Qué? ¿Estas loco? Eso es imposible ¿Qué dirán de ti, de nosotros? Andaremos en boca de todo el mundo, la prensa nos acabará si te ven con ella. - Dijo con enojó.
- Eso me tiene sin cuidado, sabes que nunca me he preocupado del que diran. Serena es la chica que llevaré, y lo único que podrían preguntar es quién es mi bella acompañante. - Dijo mirando a Serena de reojo y viendo como sus mejillas se teñían de rojo ante su último comentario.
- Y dime... ¿De dónde conoces a Seiya? - Le pregunto Amy, tratando de aliviar la tensión.
- Bueno, es que... Es algo muy extraño, yo a él lo conocí ayer. - Le respondió.
- ¿Quieres decir que estas viviendo con un sujeto al que apenas conoces? - Le preguntó Amy con tono reprobador.
- Este... Si, aunque es algo mas complicado que eso. - Le dijo con voz insegura.
- Amy, lo que Serena quiere decir es que es amor a primera vista. - Le dijo Seiya con una sonrisa, sin dejar de ver a Serena.
-¿Qué? ¡No! No es eso, es que... - Replicó Serena volviendo a ruborizarse, pero Seiya la interrumpió.
- Descuida, solo bromeaba. Ayer le ocasioné ese accidente, y como no tiene nadie que la cuide, decidí hacerlo yo mismo. - Le dijo. - Taiki... ¿Qué tal va todo en el banco? Me encantaría saber si mis acciones están siendo productivas. - Dijo cambiando la conversación.
Taiki rodó los ojos con resignación y aceptó con cierto receló el cambio de tema, explicándole con detalles los movimientos de la empresa que dirigía junto a su esposa. Serena los miraba con expresión aburrida, pues no entendía nada de lo que hablaban.
En eso salió Andru de la cocina y al verlo, los ojos de Serena se iluminaron, una expresión que para Seiya no paso desapercibida.
- Andru... ¿Me puedes llevar a mi habitación? - Le dijo con ojos suplicantes. Este la miró deseando hacerlo, pero miró a Seiya buscando su aprobación y este asintió, con molestia.
- Si Andru, se me olvida que nuestras conversaciones son muy aburridas para ella, ya que no entiende nada de lo que hablamos. - Dijo disimulando su enfado.
Se acerco a Serena y la ayudo a incorporarse, paso su mano por su cintura y ella se fue caminando junto a él con dificultad.
- Bueno ¿En que estábamos? - Dijo tratando de ignorar la molestia que le provocaba ver a su chofer abrazar tan íntimamente a su protegida.
- En realidad ya es muy tarde, nos retiramos. Qué descanses. - Dijo Taiki levantándose seguido de su esposa Amy.
- Hasta mañana. - Dijo Amy besando su mejilla. - Tranquilo, tu secreto esta a salvo conmigo. - Añadió en un susurro.
Seiya se ruborizó y la miró sin comprender, ella hizo un gesto hacia donde había salido Andru y Serena, y eso lo hizo ruborizarse aún mas.
Los vio salir y se dirigió a su despacho, se sirvió un whisky y despues se fue a su habitación, aun se negaba a aceptar lo que Amy había insinuado y se preguntaba de donde demonios había sacado esa idea tan absurda.
***
Al día siguiente se levanto muy temprano, cuando Serena fue despertada por Lita para ayudarla a vestirse el ya tenía mucho de haberse marchado.
Seiya me pidió que estés lista a las 2. - Le dijo Lita.
- ¿Sabes a donde iremos? - Preguntó extrañada.
- Si... De compras. - Respondió con naturalidad.
- ¿Y que se supone que vamos a comprar? -
- Unas cosas para que te puedas mover sola. -
- ¡Oh! Eso... Gracias Lita, supongo que es estresante cuidarme como si fuera un bebé. - Dijo con voz apagada.
- No es nada, el desayuno esta listo, ¿Quieres que te lo traiga a tu habitación? - Preguntó Lita amablemente.
- ¡No! ¿Te molestaría mucho si desayuno en la cocina? - Dijo tímidamente.
- ¡No! Me encantará que me acompañes. - Le dijo con voz alegre.
Desayunaron tranquilamente en compañía de Andru, al no tener que hacer se puso a ayudarlas a hacer la comida, los tres se habían entendido muy bien y estaba naciendo una amistad que duraría para siempre.
Cuando Seiya llegó, le sorprendió oír voces en la cocina y se dirigió hacia ahí, solo para ver a Serena platicando muy alegre con Andru, mientras cortaban las verduras para la ensalada y Lita cocinaba el delicioso plato principal.
El extraño malestar que ya se estaba haciendo habitual en él, cada que los veía juntos, volvió a resurgir al mirarlos tan cómodos entre ellos platicando y bromeando, y estaba seguro que esos sentimientos tenían mucho que ver con lo que Amy le había insinuado.
Andru un simple chofer, alguien que no tenía ni la mitad de lo que el poseía, ni nada que ofrecer a Serena, ¿Porqué tenía su confianza? Y al parecer empezaba a ganar su corazón. Estaba seguro de que no era su imaginación, eso se notaba en la forma tan natural y espontánea en que se comportaba cuando estaba con él. Y él, un chico que tenía todo lo que pudiera desear, fama, fortuna y una carrera de éxito, era educado y atractivo, las mujeres mas bellas de la sociedad, se tiraban prácticamente a sus pies, empleando todas sus artimañas para lograr aunque fuera una noche de pasión a su lado y esa chica tan... Tan sencilla y normal cuando lo tenía en frente lo miraba como un cervatillo asustado, esperando la hora en que saltará sobre ella.
Esos pensamientos lo molestaron y por primera vez en su vida una sensación de soledad y vacío lo invadió. Se daba cuenta que todo lo que poseía no servía para tener amigos verdaderos.
Serena sintió un raro cosquilleo en la nuca y un vuelco en su estómago que solo sentía cuando estaba frente a Seiya, la hizo voltear hacia la puerta. Sus ojos azules se tropezaron con la triste mirada de él y sintió que su corazón se oprimía, pero él rápidamente cambio su expresión a una dura e indescifrable. No entendía porque ese chico la turbaba de esa manera.
La voz de Lita los saco de sus pensamientos, ella dio un brinco, mientras sentía como su corazón se aceleraba y el sólo se encogio de hombros.
- Seiya ¿A que hora llegaste? -
- Hace unos minutos. - Dijo sin dejar de ver a Serena. -No sabía que Andru tuviera dotes de cocinero, al parecer me he sacado la lotería con él, es un dechado de virtudes. - Añadió en tono burlón y rabioso a la vez.
- Ah... Respecto a eso... Seiya... Creo que ya no trabajaré mas, contigo. - Le dijo, y Seiya miro la reacción de Serena, que se volvió a mirarlo entre sorprendida y triste.
- Andru, creo que no es el lugar apropiado para hablar de eso. Vamos a mi despacho. - Le dijo un poco triste por la reacción de Serena.- Serena te veo en el comedor. - Ella asintió.
***
Al entrar al despacho Andru se sento frente al escritorio de Seiya y espero a que el hablará.
- Andru... ¿Cómo esta eso que quieres irte? Quieres explicarme por favor. - Preguntó estudiando detenidamente a ese chico, si era apuesto, y un gran chico, pero... No creía que eso fuera suficiente para atraer a Serena. ¿O sí?
- Me aceptaron en la Universidad. - Le dijo, pero Seiya no le estaba dedicando su atención al cien por ciento.
- Aquí tu trabajo te permite ir a la universidad y cumplir sin problemas con él. -
- Bueno... Es un poco embarazoso decir esto, creeme, la verdad es que la forma en que me has tratado últimamente no me agrada. - Le respondió con incomodidad.
Seiya puso cara de sorpresa, lo que menos esperaba es que Andru, siempre tan tranquilo y callado, le reclamara su actitud.
- Yo... No me había dado cuenta que te trataba de forma diferente. - Mintió, pues él sabía perfectamente que Andru tenía razón.
Andru lo miro detenidamente y dijo:
- Si lo haces, y a decir verdad, me doy cuenta que es desde que Serena llegó a esta casa, antes de su llegada me tratabas casi como un amigo. ¿Es que acaso sientes celos de verme cerca de ella? -
- ¿Celos? ¿Porqué tendría celos? No es de mi incumbencia lo que Serena y tú hagán, son libres de hacer lo que les de la gana. - Le dijo en tono enfadado.
- Osea que... ¿No te importaría si en algún momento yo me sintiera atraído por ella y le pidiera una cita? - Dijo mirando atentamente su reacción.
- No, en lo absoluto. - Respondió fingiendo indiferencia.
- Pues que bueno que me lo dices, lo tendré en cuenta. Y solo estaré aquí hasta que encuentres un nuevo chofer. - Le dijo.
- Andru, por favor, reconsidera tu decisión, aquí estas muy bien, y puedes usar el auto de la casa para ir a la universidad, es más, mañana mismo enviaré un cheque a la universidad en tu nombre. - Le dijo en un intento desesperado por detenerlo, sabia que si lo tenía cerca podría vigilarlo cuando estuviera con Serena.
- ¿Crees que no tengo dignidad? ¡Jamás me había sentido tan humillado! ¡Eres de lo peor Seiya! - Le dijo levantándose enfadado.
- ¡Andru espera! No quise ofenderte, en verdad quiero apoyarte. Tú sabes que siempre te he apreciado como un amigo. - Le dijo ante la mirada de enojó de él. - Se que he actuado como un tonto, pero es que las cosas no andan bien, el acosó de Reih, el problema con Yaten y Taiki, el baile de beneficencia, el accidente de Serena y lo de mi auto me han sobrepasado. ¡Rayos! Había olvidado mi auto. -
- No se si creer en tus palabras. - Le dijo mirándolo con receló.
- Es verdad lo que te digo.Creeme por favor, de hecho abusando un poco de ti, me gustaría que fueras con un mecánico por el. - Dijo extendiéndole las llaves.
- Iré por tu auto porque es mi obligación como tu chofer, pero no se si seguiré trabajando para ti... Y respecto a lo de la universidad, no quiero tu dinero. -
- Toma eso como un bono de Navidad anticipada, y si decides que aún quieres trabajar conmigo te prometo tratarte con mas amabilidad. ¿Te parecé? - Le preguntó, rogando para sus adentros que lo hubiera convencido.
- Esta bien, lo pensaré. -
- Gracias, se que tomaras la mejor decisión, por favor dile a Lita que hoy comeré con ustedes en la cocina, tengo muchísima hambre y es probable que me coma un elefante... ¡Ah! Preparas el auto porque en seguida iremos de compras con Serena. - Dijo alegremente.
- ¿Crei que querías que fuera por el auto? - Le preguntó.
- ¡Oh cierto! Lo olvidaba, solo prepara el auto. - Dijo.
***
Lita le sorprendió mucho que Seiya comiera con ellos en la cocina, en todo el tiempo que llevaba trabajando para él, siempre había sido muy conservador en cuanto a las normas sociales, era un buen jefe, y los trataba con respeto, pero no sobrepasaba la línea de jefe y empleado.
Seiya resultó una compañía excelente para todos, bromeaba y reía con tanta alegría que pareciera que nunca hubiera reído en si vida. A ella siempre le pareció que era un chico muy solitario, y eso le quedaba confirmado en la comida.
Serena por primera vez se relajo en presencia de Seiya, al verlo ahí como si no importara las clases sociales, le mostró una faceta que no conocía de él.
- Lita... ¿Puedo comer con ustedes? Ya veo que mi querido tío Seiya por fin decidió bajar de su pedestal. - Dijo Molly alegremente, ante la mirada de pocos amigos que le dirigió Seiya.
- ¡Molly! ¡Sientate, en seguida te sirvo de comer. - Dijo Lita, levantándose a servirle de comer.
- ¡Qué bueno que vienés, Molly! Así nos acompañaras de compras. Serena necesita que le revisen su pie, y algo que le permita moverse sola. Además necesita ropa para ella y para él baile de beneficencia. - Dijo Seiya al cabo de unos minutos.
- ¡Claro! Es una idea excelente. Estoy segura que encontraremos cosas maravillosas. - Dijo con entusiasmo.
- ¡De ningún modo permitiré que me compren ropa, yo tengo la mía. - Dijo ofendida.
- Serena, no te ofendas, pero a tu guardaropa le hace falta un buen cambio. Además mi tío pagará y eso es lo mas divertido de las compras. -
- Si pero... A mí no me gusta que nadie compre mis cosas. Estoy acostumbrada a hacerlo yo sola. - Dijo y Andru tomo su mano en señal de apoyo.
Seiya al ver ese gesto de solidaridad entre ellos se levantó muy molestó.
- ¡Olvidalo! ¡No compraremos nada! Solo te llevaré al doctor para que evalué tu pie y nos diga si ya puedes moverte sola. Andru recoge mi auto y llevalo al taller, Molly las esperó en cinco minutos en el auto. - Y salió de la cocina con ese aire de soledad y autosuficiencia que era característico de él.
Serena bajo la vista avergonzada por su actitud y Lita y Molly se miraron sin comprender su cambio de humor.
***
Darién llego al desvencijado edificio, donde vivía Serena y le sorprendió ver un auto deportivo rojo estacionado frente a la entrada, en completa ruina, era algo poco usual, ver un auto así, tomando en cuenta el barrio de mala muerte que era.
Subió al "departamento" de Serena y vio la puerta medio tirada y el lugar era un completo desorden, los pocos muebles estaban destrozados y no se miraba rastro de ropa de Serena, por un momento sintió angustia de pensar en la suerte que pudiera haber corrido. Pero solo fue un sentimiento pasajero que duro apenas unos segundos, que dio paso a la furia de saber que Serena se había atrevido a dejarlo, estaba seguro de tenerla dominada al grado de que haría todo lo que el quisiera porque lo amaba y no le avergonzaba aprovecharse de ese amor.
Cuando bajo a la calle se topo con su vecina y la abordó para preguntarle por ella.
- ¡Ahh! La chica rubia... Si la vi, se fue con el dueño de ese auto. Y debo añadir sin parecer chismosa, que se conocían muy bien, porque iban muy amartelados. Yo digo que ya no volverá por aquí porque él se llevó sus cosas en una bolsa. -Darién apretó los puños con rabia y en su atractivo rostro se poso una mirada de odio. - ¿La conocías? ¡No! Ella es tu novia ¿Verdad? ¡Vaya! Si las mosquitas muertas son las peores. Tendrás suerte si no la vuelves a ver. Hay muchas chicas mas alrededor. - Dijo guiñándole un ojo, pero Darién ya no la escuchaba.
- Puedo ayudarle en algo. - Preguntó con fingida amabilidad.
Andru se volvió y miro al chico vestido con unos jeans deslavados y una camiseta negra. Su sonrisa era amable, pero al mirar sus ojos azules oscuros, vio algo desagradable en ellos y contestó con receló.
- No... Gracias, la grúa ya viene en camino. -
Darién asintió y se despidió con un saludo de mano, Andru hizo lo mismo y se volteo a ver su celular mientras esperaba pacientemente.
Darién se subió a su viejo escarabajo dispuesto a esperar el tiempo que fuera necesario para saber donde estaba Serena.
***
Hola espero que les guste el capítulo. Bueno me despido, dejen comentarios. Espero que aún me sigan.
Besos.
Dam Frost.

Engaño De AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora