Engaño De Amor

Baile de Beneficencia

Capítulo 7
Baile de Beneficencia
La vio parada frente a él, y se veía maravillosa, no pudo evitar exhalar un suspiro de admiración, sabía que era bonita, pero con ese vestido y arreglada así, parecía una criatura celestial, debía agradecer a Mina y Amy, por hacer ese milagro realidad.
La ayudo a sentarse junto a él, en el auto, sintió como sus manos temblaban, tal vez estaba siendo demasiado difícil para ella estar en una situación desconocida, pero no se separaría de ella, ni un instante, no quería que Reih, le hiciera una grosería o algo que la incomodará, la protegería de ella y de cualquier lobo que quisiera arrebatarla de su lado.
***
- Srta. Puede mirarse al espejo, se ve maravillosa. - Le dijo el estilista, y ella le obedeció, sus ojos se agrandaron sorprendidos, la persona que estaba ahí, no era ella, esa chica, era elegante, sofisticada y diferente, y ella era una mesera, sencilla y ordinaria.
La mirada de Seiya hizo que sus mejillas se ruborizaran, sus ojos la recorrieron lentamente con agradó, ella lo imitó y vio su espléndida y varonil figura, se veía muy atractivo, con ese traje de etiqueta, seguramente todas las chicas del baile iban a envidiarla, y esa sensación le agrado mucho.
- ¿Nos vamos? - Dijo tomándole su brazo.
- Si, claro. - Dijo y se subió al auto. - "No puede ser, estoy alucinando. " - Pensó al ver un hombre parado frente a la casa, se parecía mucho, pero no podía ser ese chico que la uso. Su cuerpo comenzó a temblar de pánico, al recordar lo que vivió.
- ¿Qué te ocurre? ¿Te sientes mal? - La voz de Seiya la saco de sus recuerdos, no se había dado cuenta que la observaba.
- No... Son los nervios de la fiesta. - Si, estaba equivocada, ese temblor era por la fiesta y no porque se imagino ver a Darién frente a la casa.
***
Cuando llegaron a la fiesta, Andru tomo del brazo a Lita y se encaminó a la entrada, Serena los iba a seguir pero Seiya la detuvo.
- Espera... Tengo algo para ti. - Dijo, y saco un estuche de terciopelo, luego colocó una gargantilla de diminutos diamantes en forma de estrella, alrededor de su cuello y ella se estremeció al sentir sus cálidos dedos.
Seiya aspiro el suave aroma a flores que despedía su cabello, sus dedos tocaron su cuello y su pulso se aceleró ante la aterciopelada y blanca piel.
- Pero... Yo no... - Balbuceó, pues aún sentía el calor de sus dedos en su cuello.
- Bombón, ninguna acompañante mía puede andar en un evento como este, sin alguna joya, y estas joyas son muy especiales, pertenecían a mi madre. - Dijo y le extendió unos aretes de media luna.
- Pero... No puedo ponerme esto, es demasiado valioso, para ti ¿Y si los pierdo? No... No podría. -Respondió rechazándolos.
- No te preocupes, no los perderás, anda pontelos. - Dijo mientras tomaba su mano y le colocó un hermoso anillo a juego, después beso su mano y le dio los aretes, que ella se colocó con torpeza al sentir el contacto de sus labios en su mano.
Miro a Seiya que se veía tan seguro de si mismo y no pudo evitar pensar que era una tonta al sentir esa atracción, cuando él estaba ahí muy tranquilo.
Él tomó su brazo y se encaminaron a la entrada, ella caminaba con nerviosismo, sentía que en cualquier momento sus rodillas no la sostendrían y caería sin remedio.
- Tranquila Bombón, no pasa nada, te aseguro que seré el hombre mas envidiado de la fiesta, te ves maravillosa, nadie sospechará siquiera, que apenas hace unos días estabas limpiando mesas. - Le dijo con una sonrisa, y la mirada de ella se puso aun mas sombría.
- "Soy una tonta, jamás dejaré de ser lo que soy, aunque traiga estas costosas joyas, siempre seré una simple mesera, que por un instante creyó que podría tocar el cielo." - Pensó, mientras caminaba con la espalda muy recta, recordando todos los consejos de Amy y Mina.
Entraron y todas las miradas se posaron en ellos, los hombres miraban a Serena con admiración y las mujeres con celos y envidia, por un instante el salón quedo en silencio.
Seiya saludo alzando la mano y todos siguieron con sus conversaciones.
***
- ¡Vaya! Lita estas hermosa, ese vestido se te ve maravilloso. - Le dijo Mina y Amy la secundó, mientras besaba su mejilla.
- ¡Andru, eres muy afortunado! Se ve hermosa, claro nuestras esposas también están encantadoras. - Afirmo Taiki, y Yaten asintió.
- Si... Soy muy afortunado, ella se ve hermosa. - Dijo Andru con una sonrisa y miro a Lita con admiración, ese vestido color esmeralda se le veía hermoso, tal vez esa noche se decidiera por fin a decirle sus sentimientos, pero es que tenía tanto miedo, que sólo podía actuar como un tonto cuando estaba frente a ella.
Lita se ruborizó con sus palabras, Andru era él chico mas tierno que jamás conociera, y su cercanía la tenía con el corazón en un puño.
- Claro, Lita es hermosa con el o con cualquier cosa que use, verdad Kelvin. - Afirmo Molly, que llevaba un hermoso vestido negro, y se veía estupenda.
- Pues yo creo que es demasiado elegante ese vestido para una simple empleadita doméstica.- Dijo la venenosa voz de Reih a sus espaldas, y se acerco a besar las mejillas de Mina y Amy.
- Los veo luego chicos, este ambiente se ha puesto feo. - Dijo Molly y tomó a su novio del brazo y se fue, sin saludar a Reih.
Andru apretó los puños e iba a responder, pero la voz de Taiki lo detuvo.
- Y ese vestido es demasiado hermoso, para una serpiente como tu Reih, no logra esconder tu verdadera forma de ser, ahora entiendo que Seiya se deshiciera de ti a tiempo. - Respondió besando su mejilla.
Llevaba un hermoso vestido de seda rojo, que se ceñía perfectamente a su voluptuoso cuerpo, dejando muy poco a la imaginación, sus aretes de rubí hacían juego con sus labios, y su negro cabello estaba peinado de forma cuidadosamente despeinada, dándole un toque muy sensual.
- Ahora que lo mencionas, donde esta Seiya. - Dijo encogiéndose de hombros y buscándolo con la mirada. En ese momento, el salón quedó en completo silencio, y todos volvieron sus miradas a la entrada.
- Creo que eso responde tu pregunta.- Susurro Yaten con burla.
En la entrada se encontraba Seiya, tan apuesto y varonil como siempre, y a su lado estaba una rubia de espectacular y delicada belleza, que dejaba a todos impactados, tanto que empezaron a murmurar entre sí, preguntándose quien sería esa hermosa desconocida.
Reih enrojeció de rabia y se acercó a él, como si fuera una leona en celo, le dio un beso en la mejilla, muy cerca de sus labios a modo de saludo, que ocasiono un gesto de desagrado en él, y recorrió a Serena de pies a cabeza con frío desprecio.
- ¡Seiya! ¡Por fin llegas! Nos estábamos preguntando donde estarías. ¿Quién es tu acompañante? - Dijo con voz aparentemente agradable, pero en sus ojos se notaba la rabia que sentía.
- Ella es mi dulce y adorada Serena. - Le respondió con una sonrisa, mientras depositaba un beso en su mano.
El corazón de Serena se aceleró con ese gesto y sus mejillas enrojecieron.
- ¡Seiya! Mi querido amigo, por fin llegas, eres nuestro anfitrión y debes de darle la bienvenida a nuestros invitados, ven por favor, me interesa que conozcas a alguien. Tu bella amiga estará muy bien sin ti por unos momentos. - Le dijo Rubeus y se lo llevó sin dejar que hablará una palabra.
- ¡Vaya! ¿Me preguntó de que burdel te habrá sacado Seiya? - Dijo Reih, mostrando sus verdaderos sentimientos.
- Te aseguró que de uno mejor que de donde te sacó a ti. - Dijo Molly a sus espaldas y se la llevó del brazo, dejando a Reih furiosa.
- Amor ¿Quién es esa chica? ¿No lo acompañaría la chica que esta en su casa? - Preguntó Yaten a Mina.
Amy y Mina se miraron y no pudieron evitar reír a carcajadas, ante la mirada de ellos y algunos invitados, que no entendían que les parecía tan divertido.
- Son un par de tontos ustedes dos. - Dijo Amy.
- Mina, hicimos un gran trabajo, sabía que no la reconocería ni su madre. - Secundó Mina.
- ¿De que rayos hablan? - Preguntó Yaten, enfadado.
- Esa chica, es a la que humillaste, a la que llamaste mujerzuela, y muchas tonterías que aun no te perdonó. - Le respondió Mina.
Ambos se miraron con perplejidad, no podían creer que esa chica tan bella, fuera la misma que la que habían visto los días pasados.
- Pero... ¿En verdad es ella? Apenas puedo creerlo. Que cambio tan extraordinario. - Dijo Taiki.
- Vaya, esa chica no parece la misma embaucadora que... -
- Yaten, no te permito, que te espreses así de Serena, ella es una chica de maravillosos sentimientos, bonita e inteligente. - Le Recriminó Mina.
- Claro... Debe ser demasiado inteligente, como para haber logrado atraparlo. -
Mina lo miro enojada y forzó una sonrisa.
- Te aseguró que solo porque no quiero que las revistas de sociales hablen mal de nosotros, no te contestó como debiera. - Dijo entre dientes.
- Y yo creó que esa trepadora, no merece la pena, como para que tú y yo discutamos. - Respondió besando su mejilla, disimulando su enfado.
- Amor, en momentos como este valoró mas, que no seas tan perjuicioso, como Yaten. - Dijo Amy recargándose en su brazo.
- Y yo agradezco, que me ames así como soy, tan distraído y siempre ocupado. - Respondió Taiki y beso su cuello, con amor, agradeciéndole con ese gesto su entrega incondicional y apoyo.
- Chicos, les encargó a Serena, Kelvin y yo iremos a bailar. - Dijo Molly, dejando a una chica que se quedó ahí, mirándolos con los nervios a flor de piel.
- ¡Hola belleza! Soy el Príncipe Diamante del Reino de Plata y soy tu más ferviente admirador. - Dijo besando su mano, y haciendo una reverencia.
Serena se ruborizó por su intensa mirada.
- Mu... Mucho gusto. Soy Serena Tsukino. -
- Serena, estoy encantado de conocerte. ¿Me concedes este baile? - Preguntó mostrando su blanca y cautivadora sonrisa.
- Yo... Este... Pero... - No sabía que responder, la mirada de ese apuesto príncipe, de Yaten, Taiki y las chicas la tenía muy nerviosa.
- Acepta por favor. Es solo un baile. - Le dijo él Príncipe.
Ella miró hacia Seiya que en ese momento estaba bailando con Reih, y sintió unos horribles celos.
-Acepto. - Dijo tomando la mano que le ofrecía.
***
¡Chan Chan Chan Chan! Me quede en lo mejor...
¿Qué creen? Es que este capítulo lo dividiré en dos. Ya que será un poco largo.
Besos
Dam Frost