Danger. ‹‹ Mario Bautista.

Capítulo 25.

Narra Sofía. 🔹

Abro los ojos de golpe cuando siento peso de más sobre mi. Estoy aturdida y muy cansada, pero a Daniela no le importa, es ella quien esta sobre mí.

- Muévete, que pesas más de lo que aparentas. - Me quejo.

- Hay alguien que quiero presentarte. Vamos, arriba.

- ¿No podías decirle a alguien que viniera más tarde?

- Es importante. - Suplica Daniela.

Me levanto a regañadientes y busco una sudadera, ato mi cabello en un chongo muy despeinado y salgo de mi habitación con Daniela por delante.

En la sala hay un chico, muy alto, con un cabello desordenado y color avellana. Usa unos jeans ajustados y una camisa a cuadros de color verde. Es guapo, pero no logro entender quien es.

- Sofía... - Habla Daniela. - Él es Emiliano, el chico del que te hable hace algunas semanas. Casi termina la carrera de ingeniería,  vive con sus padres y tiene una hermana hermosa. - Dice con un brillo excepcional en los ojos.

- Mira que aspecto llevo. - Hablo avergonzada. - Un gusto conocerte en todo caso, luces apropiado para salir con esta chica. Les deseo la mejor de las suertes.

Les doy un abrazo rápido y salgo corriendo directo a mi habitación de nuevo. Busco algo decente que usar, y cuando por fin lo encuentro, entro al baño a ducharme.

(...)

Salgo del edifico, el aire choca contra mi rostro. Hace un frío tremendo. Ajusto un par de cosas para subir a mi motocicleta he ir a la escuela.

- ¡Boo! - Susurran a mis espaldas. Doy un brinco.

- Mario, casi me da un infarto. - Sonrío. - ¿Qué haces aquí? 

- Vine a llevarte, y digo llevarte, porque subiré a esa moto, y la manejaré, ya que me han castigado el auto.

- Joder, ojo, que estas cada vez más cerca de ser "Hache"

Ambos reímos y yo me subo atrás de Mario, sigo sin poder creer lo grande que es, bueno, lo grande que es para mí.

Tampoco entiendo como es que sus padres no le han prohibido verme, como lo hicieron con Cristian en algún momento. 

- ¿En que piensas? - Me pregunta. 

- En que no paro de meterte en apuros. - Me sincero.

- Hey, eso no importa. Los dos sabíamos que estar juntos iba a ser un peligro, y está bien. - Me dice sonriendo.

- ¿Estamos Juntos? - Abro los ojos como plato. 

- De por vida, Sofí... - Mi corazón da un vuelvo de ternura. 

Dejo escapar una sonrisa estúpida y aferro mis brazos a su alrededor. Cierro los ojos y por un momento me siento en cielo.

(...)

Salgo del colegio después de haber pasado 5 horas dentro de el. Busco con la mirada a Leo o a Mario, pero no logro verlos por ningún lado.

Camino un poco más y topo con alguien que se ha puesto frente a mi intencionalmente.

Cabello negro, algo largo, es alto, recuerdo haberlo visto en algún lado, pero no recuerdo en donde. Sus ojos están llenos de furia, siento que va a golpearme en cualquier segundo.

Le dedico una sonrisa tímida he intento caminar, pero el no me deja hacerlo. Toma mi hombro de manera brusca & me devuelve a mi anterior lugar.

- Necesito hablar contigo, Sofía...

Claro, los ojos, la manera de hablar. Es el malhumorado hermano de Mario.

Wasuuuuup. Me tarde en escribir. No tengo mi teléfono, por tanto, uso el de mi padre, hahhha. Esperen a mañana, el siguiente capítulo sera narrado por sofía tambien. Comenten mucho & voten. ♡