Danger. ‹‹ Mario Bautista.

Capítulo 30.

Narra Sofía. 🔹

No sé cuánto tiempo ha pasado, y realmente no me interesa, los brazos de Mario no se han separado de mí ni un solo segundo después de que le conté la historia sobre Cristian.

Era un peso menos sobre mi, se les digo la verdad. Después de ese día, me prometí a mí misma jamás llorar por la misma razón, pero siendo Mario quien escuchó mi historia, era totalmente diferente.

- Tengo que irme. - Murmura.

- Lo sé, ven, te acompaño a la puerta.

- No, espera, quiero...bueno, no sé si aceptes, pero, quiero que mañana vayamos a cenar, tú..y yo. - Dice nervioso.

- Amo la comida italiana, y puedes pasar por mí a las 8:00 PM.

Él sonríe y besa mi frente. Me levanto de la cama y colocó unas pantuflas en mis pies, hace un frío demoledor, y puedo resfriarme. Abro la puerta de mi habitación y salgo con Mario tomando mi mano.

Me detengo frente la puerta de mi departamento y lo miro fijo como el a mi. Luce feliz, incluso más de lo que he podido notar, jamás creí hacer a un chico tan feliz, bueno, espero que sea para mi.

Él se acerca hasta quedar frente a mi, en un punto en el que nuestras respiraciones se mezclan. Sus ojos no dejan de mirar los míos y me siento nerviosa, un poco más de lo que debería.

Sonrío un poco y acerco mi rostro al suyo para besarlo lenta y pausadamente. Su boca tiene un delicioso gusto a menta. Sonrío y me aparto de él para luego abrazarlo con fuerza.

(...)

Han pasado un poco más de 30 minutos desde que Mario se fue, el sueño se me ha escapado y quiero que Daniela & Leo lleguen de una vez. Dejo el control sobre mí cama y salgo de entre las sábanas para ir al baño.

Algún extraño sonido me distrae de mi objetivo y miro a través de mi ventana. Mis ojos se abren como plato al ver A Santiago pasado frente el edificio, ebrio y con los ojos inyectados en sangre, por lo que puedo ver desde aquí.

Bajo lo más rápido que puedo, abrazándome a mi misma para no sentir el frío tan directo. Maldita sea, hace meses no veía a Santiago, ¿qué diablos quiere?

- ¿Qué haces aquí? - Cuestiono seca.

- Aléjate de él, ¿aún no aprendes la lección?, todo aquel que se enamora de ti termina muerto, no creo que quieras a él también le suceda. - Dice con furia.

- Eres un imbécil, deja de querer asustarme con lo mismo otra vez, supera todo lo que pasó. Estás...loco, tienes un serio problema mental, lárgate, muérete si quieres, no me interesa, solo déjame tranquila.

- ¿Katina no te lo ha dicho?, oh no, claro que no, esa tonta sigue con la idea de que serás buena chica y te alejaras del bastardo con cara bonita para no hacerle más daño, pero ¿sabes qué?, no soy idiota. Cuida muy bien cada paso que de ese...idiota, porque la historia puede repetirse.

Y sin decir nada más, se va por donde vino. Es un...maldito hijo de puta.

Hoy hay maratón babes, ¿qué les parece?, estamos a casi nada del final, ¿qué creen que pase?.

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