Danger. ‹‹ Mario Bautista.

Capítulo 3.

Narra Mario.🔹

Daniel está gritando a diestra y siniestra, no para de hablar sobre lo molesto que está por mi pequeño escape anoche. Es tan molesto escuchar a tu hermano mayor diciéndote lo peligroso que es salir de tu casa a las 22:00 PM.

Me levanto del taburete y subo a mi habitación en busca de mi mochila, entre más rápido me largue a la escuela, más rápido me desharé de los molestos parlamentos de Daniel.

Salgo de mi casa con un molesto Jan a mi lado, ahora comienzo a extrañar a Dani, ¡mierda!. De tan irritado que estoy, ni siquiera noto que estoy frente las puertas de mi colegio.

- Beto. - Dice Mau.

- Mau. - Respondo con una sonrisa.

- Estás desvelado, cansado he irritado. - Menciona Juanpa.

- Ayer ayudo a un par de chicas a entrar a una casa, que no era la suya. - Añade Jan.

- Grítalo, no te oyeron en Milán. - Digo molesto.

- Mario es un ladrón, ¡Jesucristo! - Grita Juanpa.

- Dios, cállense y caminen.

Giro sobre mis talones y camino en dirección a mi salón, escuchar a la profesora hablar sobre matemáticas y números me divertirá más que escuchar a mis amigos hablar sobre que soy un ladrón.

(...)

El timbre de salida suena haciendo reaccionar, comenzaba a quedarme dormido. Tomo mi mochila y salgo del salón con todo el clan de idiotas tras de mí; como siempre Daniel está esperándonos fuera del colegio.

Entramos a la camioneta y nos dirigimos a casa, hace un horrendo calor, podría ir a la playa, pero no, química no me lo permitirá si no pasó esta semana, ¡Jodido profesor Marco!

Llegamos a casa y todos bajamos de la camioneta, subo a mi habitación no sin antes saludar a mis padres. Arrojo la mochila sobre mi cama y me tumbo en el pequeño poff de mi habitación. Tomo mi cámara y algunos cartuchos, me acerco a la ventana y comienzo a fotografiar...lo que sea.

La puerta de mi habitación se abre dejando visible a Daniel parado sobre el umbral de la puerta. Le muestro una sonrisa de lado y prosigo con mis asuntos.

- ¿No te cansas jamás de tomar fotos? - Pregunta mi hermano.

- No, es algo...divertido.

- ¿Ahora vas a contarme el por qué de tus escape anoche?

- ¿Si te lo digo no vas a arrojarme por la ventana? - Él asiente. - Ayer Jan entró a mi habitación emocionado por haber visto a una chica linda y ruda por primera vez en toda su corta vida. - Río levemente. - Ambas forcejeaban con la puerta de la que creí que era su casa, tomé una ganzúa, Bla, Bla, Bla. Abrí la puerta, ellas entraron y tomaron cosas que eran de su pertenencia, Bla, Bla, bla.

- Bien, "Chico Ganzúa" - Dice divertido.

- ¿Cómo sabes eso?

- Digamos que a Jan se le salió un poquito de la historia... - Me dedica una sonrisa de lado y sale de mi habitación.

¿Quién lo diría?, para estos momentos, Daniel ya estaría golpeándome en el suelo, pero no, solo se burlo de mi nuevo apodo, su bipolaridad es aún más irritante que...diablos, he notado que todo me irrita, ¡Mhm!