Narra Sofía. 🔹
Limpio mi húmedo y pegajoso rostro por milésima vez. Esta mañana ha sido la peor, y el día anterior también. Ato mi cabello en una coleta alta t despeinada, tomo mi celular, colocó los audífonos en mis orejas y salgo del apartamento.
Mi rostro luce terrible, estoy más pálida que un fantasma, mis ojos están rojizos y bajo ellos hay enormes bolsas amoratadas. Me siento terrible por lo que haré.
Corro alrededor del parque intentando no hacer contacto visual con nadie. Un figura pequeña y delgaducha corre a la misma velocidad que yo, giro mi vista sintiendo la bilis subir por mi garganta cuando veo a Jan a mi lado.
- Sofía, al fin de encuentro. - Dice después de un suspiro.
Tienes que alejarte de los Bautista, miente a cualquier cosa que te diga o pregunte, aléjate de ellos, por el amor de dios y deja de dañarlos. Me repite mi conciencia.
- ¿Qué es lo que quieres? - Digo fría.
- Que no te vayas, no lastimes de esa forma a mi hermano, él salió del hospital ayer, y...carajo, está hecho mierda, no ha comido nada. No duerme.
- Eso es...algo que no me interesa, Jan. No quiero...no quiero saber nada de él, nada, solo fue...pa-pasajero. - Duele mucho decir eso. Mierda, sí que duele.
Él me mira con los ojos abiertos como platos y se detiene, dejándome adelantarme y poder descargar las nuevas lágrimas que se han acumulado en mis ojos al decir las horribles palabras que dije hace no más de un minuto.
(...)
- ¿Por qué mierda dijiste eso? - Me regaña Leo. Limpio mis lagrimas.
- Ni siquiera sé porque lo dije, debo alejarlo de mí si no quiero hacerle más daño, y...es la única manera que encontré de hacerlo.
- Bien, basta, eso no...no interesa, tu vuelo sale en una hora y media, tienes que apresurarte si quieres irte y no "hacer más daño" - Dice Daniela.
Asiento y voy a mi habitación y llorando una vez más, me tiro sobre mi cama. Recorro mi habitación con mis ojos, observando cada detalle, ahora está vacía, eso realmente duele.
¿Por qué te vas, si sabes que sufrirás y lo harás sufrir a él? , siempre huyes de todo, pero bien, lárgate, finalmente a él no le interesas más.
Maldita conciencia, cállate.
Me levanto de golpe, comienzo a tomar las maletas y bolsos entre mis manos para ponerlos en la sala y así facilitarme más el trabajo. Es...hora de irme.
- Si...yo sé lo diré, no hay problema. - Oigo hablar a Leo. - 7:30 PM, si, de acuerdo.
- ¿Con quién hablabas? - Pregunto.
- Con...el, uhm, Mamá. - Sonríe y me ayuda
Lo miro extrañada y continuo sacando maletas, el taxi me espera abajo y si me detengo ahora, no me iré jamás de aquí.
- Promete que vas a cuidarte mucho. - Dice Daniela.
- Lo prometo, se los prometo a los dos. - Digo triste.
- Te vamos a extrañar mucho, perra. - Dicen al unísono. - Jura que escribirás todos los días. - Asiento.
Abrazo a mis amigos con fuerza y salgo del apartamento, consciente de que, al salir, dejare atrás todo lo que construir años atrás, y meses también.
Estamos a 3 capítulos de acabar la novela, ¿quieren segunda temporada?
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Danger. ‹‹ Mario Bautista.
Hayran Kurgu» A la mierda con alejarte, sabes bien que te estás muriendo por besarlo. «