Danger. ‹‹ Mario Bautista.

Capítulo 21.

Narra Sofía. 🔹

Hablé con Leo sobre lo sucedido con Mario y su malhumorado hermano. Dijo que si lo veía por la calle lo golpearía por arruinar el romántico momento. También le conté sobre el beso, casi le da un infarto.

De Daniela no he sabido desde ayer, es extraño. Dice que se ha estado quedando con su madre, y es es aún más extraño, porque vino a vivir aquí conmigo porque ya no se soportaban la una a la otra, pero Bah.

Hablando de la Reyna de Roma. La puerta del departamento se abre dejando visible el nervioso semblante de mi mejor amiga. Nos dedica una sonrisa nerviosa y se sienta en el sillón frente nosotros.

- Que bueno que están aquí, los dos. - Dice.

- ¿Qué tienes? - Preguntamos Leo y yo al unísono.

- Se que saben, que no he estado con mi madre. - Él y yo asentimos. - Pues, es eso mismo. No estuve con ella, estuve con un...chico.

- ¿Qué? - Mis ojos se abren a tope.

- ¿Y has foll... - Le interrumpimos.

- Leo. - Gritamos. - No, no es eso. He estado saliendo con él durante algunos meses, solo que no quería contárselos hasta estar seguro de que es algo serio. - Cubre su rostro con sus manos.

Yo doy un brinco de emoción y la abrazo con euforia, Leo hace lo mismo. El brillo en sus ojos es magnífico, es algo nuevo en ella, algo que no se explicar.

- Sofí... - Llama mi atención.

- ¿Qué pasa?

- ¿Qué se siente? - Cuestiona ruborizada.

- ¿Qué se siente que? - Digo confundida.

- Estar enamorada, tú sabes de eso, más ahora... - Me mira con picardía.

- Bien, creo que puedo definirte la palabra. - Respiro. - Se sienten las famosas mariposas en el estomago. Es como si fueras una niña pequeña, recibiendo su primer juguete. Sabes que tu vida cuelga de un hilo si no estás con esa persona, todo lo que pasa en tu vida, lo relacionas con ese alguien. Tienes miedo, de dañarlo con tus tontas actitudes, de hacerlo sufrir con uno de tus arranques estúpidos. Sientes...que es el mayor peligro, pero, solo es una manera de ser feliz. - Sonrío.

Fijo mis en no-se-donde, pero me quedo absorta en mis pensamientos, procesando lo cursi y sincero que acaba de ser todo lo que dije. Me devuelvo a la realidad cuando veo a Leo y Dani saltando como un par de idiotas mirándose entre si. Entre cierro los ojos, después río. Son bastante graciosa eso dos, aún no entiendo como es que los soporto el día a día.

- Sofía... - Dicen con emoción.

- ¿Qué? - Pregunto incrédula.

- ¿No te das cuenta? - Dice Leo.

- ¿De nada? - Añade Dani. Yo niego.

- ¡Estas enamorada de Mario, idiota! - Me dicen los dos al unísono.

Me tenso con el pensamiento, creí que jamás volvería a enamorarme después de lo que pasó con Cristian. Me da terror pensar que algo igual puede pasar con Mario, pero...jamás había meditado las cosas desde ese punto de vista.

El constante ir y venir de su nombre en mi cabeza, la manera en la que mi corazón palpita cuando lo veo.

- Si, creo...que estoy enamorada. - Me sincero finalmente.