Capítulo trece.

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<<Matthew>>

La palabra "enojado" no me cabe en estos momentos. Mi rabia va más allá de un sentimiento vano y la frustración recorre mis venas, me quema.

¿Cómo pude permitir esto? Que esos desgraciados hirieran de una forma tan despreciable a un ser inocente, a mi preciado Aini, me hace sentir tan miserable el no haber hecho nada al respecto. Aini está completamente en cama, los doctores se asombraron cuando supieron que se levantó después de la pelea y caminó hasta la casa, según ellos con las heridas que tiene no hubiera podido ni respirar a causa del dolor. Tiene una fisura seria en el peroné y muchas, demasiadas, contusiones. Sus ojos están morados, no al borde de cerrarse pero sí están inflamados. Tiene cortadas y raspones por todos lados y una gran herida en la frente, su labio está partido, su espalda está cubierta de moratones y su pecho... bueno, realmente es serio y no sé cómo decirle.

Quizás para él no importe perder algo que de todas formas nunca ha querido, pero esta no es la forma.

No es la forma.

Debo llamar a su madre, pero incluso hacerlo me aterra, además no quiero preocuparla y que termine sintiéndose culpable de por vida. Suficiente culpa siento por mí mismo.

-Jackson estará bien,- dijo Mery Ann recargándose contra la pared de la sala de espera,- él es fuerte.

-Ya noté eso.- dije.

Él es fuerte, de verdad fuerte, no es sólo físicamente si no emocional. Yo no hubiera aguantado una paliza de esa magnitud. Ni siquiera hubiera tenido el valor de ayudar a alguien en esa situación, ¿o sí?

Lo que me recuerda, Aini trataba de decirme que ayudara a una niña con un perro.

Aini es demasiado valiente.

-Matthew tienes que cuidar muy bien de Jackson.- dijo Mery Ann al borde de las lágrimas.

-No llores,- dije,- no preocupes a Aini demás.

-Lo siento.- dijo ella y se obligó a estar calmada.

-Y ¿sabes? no tienes que decirme que debo cuidarlo porque de todas formas quiero hacerlo, voy a protegerlo.- dije con toda honestidad.

-Pero Matthew, no puedes protegerlo de sí mismo.

Mery Ann tenía razón, no podía hacerlo y eso me aterraba.

-No sé cómo actuar ahora.- dijo ella.

-Tenemos que actuar lo más normal posible hasta saber cómo decirle lo que pasa.

-Lo que pasará.- me corrigió Mery Ann.

-Sí, lo que pasará.- dije.

Los doctores estaban preocupados, no habían pateado a Aini una vez para causarle tales heridas habían sido al menos unas once veces.

Sí, Aini iba a perder sus pechos.

Suena demasiado extremo, lo sé, pero era real y me moría de miedo. Definitivamente no es la forma de hacerte una mastectomía, es algo que Aini siempre ha querido, pero joder vuelvo a decir ¡No es la maldita forma!

La sangre no pudo fluir ya que su piel no se rompió para dejar salir los coágulos, al parecer el binder que llevaba puesto también influyó, por lo tanto se formo un trombo en alguna de las venas de sus gandulas mamarias, tienen que operarlo de urgencia ya que los trombos pueden causar necrosis de los tejidos y esas cosas que los médicos nos explicaron a Mery Ann y a mi.

Todo es tan repentino y raro, tengo que mantenerme positivo, cuerdo sobre todo.

-Entraré a verlo, ¿vienes?- dijo Mery Ann.

BOYS (PENDIENTE EDITAR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora