-Allí está- dijo la muy puta señalándome. –Esa
descarada mujer me ha robado a mi esposo.
La ira, furia y rencor me invadió, jurando que
después de esto, me encargaría de arrancarle
pelo por pelo a aquella maldita zorra.
Me quedé en silencio. Siendo observada por
todos y roja de furia.
-¿Qué haces aquí?- pregunté con la voz
totalmente fría pese a que sólo nos habíamos
visto una vez.
-Vengo a buscar lo que es mío, y tú misma me
robaste aquella noche en Anacks- gritó mirando
a Harry. Algunos soltaron jadeos sorprendidos y
supuse que era porque conocían el lugar. –Tú,
jodida stripper, has arruinado nuestro
matrimonio.
-¡¿Stripper?!- gritó mi madre observándome
furiosa, impactada y casi avergonzada. -¡Explica
esto inmediatamente, ____________!- chilló
acercándose a nosotros, y por primera vez, la vi
olvidarse de que teníamos público, y mandar a
la mierda la reputación de familia perfecta.
-Su hija trabajaba de stripper en Anacks. Es un
antro cualquiera. Justo como ella, una
cualquiera…
-Becca- dijo Harry con la voz más helada que
nunca y la observó casi con odio.
-Es la verdad Harry. ¡Llegué a casa y tú venías
con ésta zorra! ¡Si no me creen, pregúntele a
cualquier joven de ésta fiesta!- espetó a mis
padres. –Todos saben que ____________ trabajaba
en Anacks.
Mi padre me observó esperanzado de que
desmintiera a la puta de Becca.
-¿Es cierto eso?
-Ellos están divorciándose, papá- dije en voz
baja y me sentí una maldita perra por no
habérselo dicho antes. Como no negué la
afirmación de Becca, la decepción opacó sus
ojos, y se retiró echándome una mirada fría.
-¡No me puedo creer esto! ¡He malgastado
diecinueve años de mi vida criando a una
adolescente promiscua, que se anda ofreciendo
a hombres casados!- gritó observándome
totalmente enojada, y supe que ahora estaba
cumpliendo su rol de madre indignada frente a