Capítulo 75

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-No puedo creer que esto realmente haya

terminado- le dije a mi rubia amiga que

conducía a través de Los Angeles.

Lloré contra su hombro y ella pasó su brazo

derecho sobre mi hombro, y el otro lo dejó en

el volante.

Al menos alguien me consolaba.

Pero aquello no me servía de mucho para no

sufrir por el horrible vacío que sentía en mi

interior.

-Él es un idiota- dijo ella con voz apacible. –Y

ella una zorra. Te juro que nos vengaremos,

cielo.

Solté una risita entre lágrimas.

-Deberías haber visto como quedó su rostro

después de la paliza que le di.

-Hubiera pagado por verlo- admitió Marcie con

una carcajada. Por un momento, reír un poco

me alivió. Y ella lo notó. –Salgamos ésta noche.

-¿Anacks?

Marcie asintió y la observé insegura.

-Oh vamos… no bailaremos para nadie, sólo nos

embriagaremos y la pasaremos bien un rato.

Luego podemos ir a la playa con dos sexis

solteros y nadar desnudos- añadió divertida y

solté una carcajada, pero el dolor continuaba

allí. –Sólo para despejarte.

Asentí poco convencida, pero finalmente acepté.

(…)

La música habitual en Anacks me alivió un poco.

De alguna manera extrañaba el lugar. Las luces

rojas, las perras bailando, y los solteros

babeando.

Me dirigí a la barra, saludando a mi viejo amigo

Fred, y encargándole unas cuantas bebidas para

la mesa que teníamos con Marcie.

-Realmente extraño éste lugar- dijo mi amiga

observando el techo negro con candelabros y

cosas por el estilo. Todo erótico- infernal.

Cuando yo abandoné Anacks, al poco tiempo,

Marcie lo hizo también. Me dijo que su relación

con Niall era un poco más seria y no quería que

hubiera conflictos.

Básicamente por mis mismas razones.

Eso me hizo recordar a Harry, y lágrimas

amenazaron con derramarse.

Mi amiga lo notó y se apresuró a decir:

-Hey tranquila. Mira, ahí vienen nuestras

bebidas. Ésta noche me embriagaré tanto que

puede termine en un coma alcohólico.

Solté una risita.

Fred dejó nuestras bebidas en la mesa y se

marchó lanzándome un guiño antes de irse.

Tomé el líquido color rosa de un solo sorbo, y el

alcohol quemó mi garganta, pero de algún modo

se sintió aliviador.

Trago tras trago, nuestra risa se volvía más

escandalosa, charlando de temas como el clima

hasta los hombres que se depilaban las cejas.

-Allí está Liam- me avisó Marcie con una

expresión curiosa. –Viene para aquí. Quita esa

cara de ebria, ______________.

Sonreí y segundos después Liam apareció frente

a nosotras.

-De nuevo aquí, Liejett- me dijo apartándome y

sentándose a mi lado en el reservado.

-Aja- balbuceé dando a conocer mi obvio estado

de ebriedad. Sentí una neblina de sueño en mi

cerebro y entrecerré los ojos.

Tomé otro trago.

-¿Cómo estás?- pregunté riéndome y tocando su

hombro.

Él me miró divertido.

-Pues muy caliente ahora que te veo con esa

blusa ciñendo tus pechos- dijo mordiéndose el

labio y solté una carcajada histérica.

Alguna parte de mí sabía que esto no estaba

bien, pero el alcohol imposibilitando mi sentido

común, echó toda la racionalidad por la borda.

-Yo… -comencé. –Puedo arreglarlo.

Marcie se rió y me guiñó un ojo, caminando

igual de ebria que yo hasta otro tipo en la mesa

contigua.

Me senté encima de Liam, sintiendo su

masculinidad bajo mi trasero.

-Hmmm- gemí moviéndome contra él. Liam

tomó mi cintura y me pegó aún más a él. Arqueé

mi cuello, dejándome besar por aquella sexy

boca. Era caliente.

No se sentía igual que Harry, pero con el alcohol

que tenía encima, y la imagen del rizado en mi

cabeza, podía pasarlo por alto bastante bien.

One and Only-TERMINADA- Harry&tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora