Capítulo 19| La venganza de Tyler

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Tyler

La venganza nunca es buena, mata el alma y la envenena. Eso dicen, pues también dicen que la pizza es dañina para la salud y aun así la consumo. Pues no pienso quedarme de brazos cruzados y darle el gusto a mi compañero Dylan. No. Por lo mismo planifico mi venganza a detalle.

No tardé demasiado en organizar la broma, creo que está todo casi completo. Tengo que despertar a la par del sol para tener las cosas en su lugar y llevar a cabo mi venganza. Después de asearme correctamente y comer algo ligero salgo a toda prisa en dirección al campo de fútbol. No puedo dejar pasar lo que Dylan hizo, se metió con mi cabello, además de burlarse. Debo admitirlo, si no me hubiese ocurrido a mí sería gracioso, lo fue cuando vi a la pelirroja como un mismísimo brócoli.

Estando en el campo de entrenamiento escrudiño la nota en mi bolsillo trasero, repasando lo escrito en ella.

-Pintura violeta. Listo.
-Abejas. Listo.
-Sogas. Listo.
-Serpiente. Listo.
-Miel. Listo.
-Nota para Dylan. Listo.
-Confeti. Listo.
-Cartel. Listo.
-Una manzana por si me da hambre. Listo.

Rebusco en un bolso deportivo para tomar lo que necesito. Ubico las cuerdas en el lugar donde deben ir, probando la resistencia de estas. Una sonrisa mordaz se planta en mis labios. Sostengo las abejas lo más alejado que puedo de mi rostro, aunque en la tienda hayan dicho que no escaparían de su caja no me fio. Tomo la miel y la pintura, y pongo todo en posición. La sonrisa de mi rostro no se borra por nada del mundo, esto será épico. «Esto te va a doler, Dylan, no sabes con quien te metiste» pienso.

Si todo sale bien esta sería la broma del año. Que digo año, ¡del siglo!

Le dejo una nota a Dylan debajo de la puerta con extrema cautela de no despertarlo ni hacer mucho ruido, cuando la lea verá que tiene que venir al campo de fútbol por órdenes –supuestamente– del entrenador. Cuando esté aquí caerá la pintura violeta y la miel. La serpiente y las abejas se encargarán de espantarlo lo suficiente como para que tropiece con sus propios pies de tal manera que caerá en la trampa de sogas, las cuales se adherirán en su tobillo hasta elevarlo hacia el poste de luz que ilumina el campo de noche, si bien ahora es de día. Una vez ahí me encargaré de soltar el confeti que se le va a pegar por todo el cuerpo debido a la mezcla de sustancias. Cuando ya esté gritando y pidiendo piedad saldrá el cartel que diga «no te metas con Tyler». Brillante.

¿Qué puede salir mal?

Dylan

Me remuevo incómoda en las mantas, siento el calor abrazarme. Hoy no tengo las dos primeras clases por lo que una sonrisa de autosuficiencia se posa en mis labios. Esa misma felicidad de cuando te das cuenta de que aún puedes dormir más. Giro en la cama, entreabriendo un poco mis ojos. Mi visión borrosa va volviendo a la normalidad, de inmediato enfoco una hoja de papel en el suelo. Frunzo el entrecejo, desperezándome antes de levantarme para tomarla. Curiosidad, le llaman. Suelto un bostezo cansado cuando me inclino a agarrarla. No estoy segura de qué es esto, pero sin dudar la leo.

Dylan, hoy tenemos practica temprano antes de clases, órdenes del entrenador Dexter. Ve al campo que debemos entrenar.

Will.

Una letra detallada en tinta azul me da la bienvenida. Bueno, si es de Will debe ser cierto. Me encojo de hombros para después ir al baño a paso tortuga.

Una vez higienizada ingiero una barra de cereal, no soy muy fan de ellas, pero no quiero vomitar huevos con tocino en medio el entrenamiento. Aparte había dicho que empezaré a cuidar mi alimentación, no por querer parecer una supermodelo, sino porque quiero mejorar mi condición física para rendir más en los partidos y entrenamientos. Al salir por los pasillos –como era de esperarse– están vacíos. Camino hasta el campo de fútbol, terminando mi supuesto desayuno. Recorro el lugar con la mirada, y pienso que un pueblo fantasma tendría más personas que esto, parece un mismísimo desierto. Solo falta que pase la cosa esa rodando, sería la cereza del pastel. Frunzo los labios al no recordar el nombre de la cosa esa, intento hacer memoria por si lo he leído en alguna parte. ¿Cómo se llamaba? Bola rodadora... cosa rara que rueda...

Instituto de Hombres [#1] EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora