e i g h t

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Heyy everyboDy 🙌 solo venia a interrumpir este chapter para preguntarles ¿les esta gustando la historia?? Realmente me interesa saberlo asi que por favor comenten si les esta gustando o si quisieran cambiar o ver algo en especifico.
Eso solo asi que las dejo con la historia...

Aun podía sentir esa emoción recorriendo por todo mi cuerpo. Era mi mentalidad, estaba dañada.

A las tres de la madrugada mi teléfono sonó por primera vez, lo ignore.

Volvió a sonar rato después, pero para ese entonces era demasiado tarde.

Número desconocido:

Ayúdame.

...

- ¡Mierda córrete!- grite desesperado por llegar. Estaba demás admitir lo preocupado y nervioso que estaba. Arrepentido, mejor dicho.

- Joven, ¿en qué puedo ayudarlo?- pregunto con educación la recepcionista, con mi voz jadeante y mis manos temblando, respondí.

- Clifford, Michael Clifford.

No tardó en darme el número de su habitación, y se lo agradecí internamente. Con mis piernas corrí por todo el hospital es busca de la habitación, en busca de Michael.

Joder, si tan solo hubiera atendido el teléfono la primera vez...

El pasillo estaba desierto, y las pocas habitaciones que había estaban cerradas. Menos una, de la cual se asomaba una luz blanca sobre el suelo pálido. Me quede parado un minuto, tratando de calmar mi respiración, y mis pensamientos.

Al dejar pasar el tiempo camine hasta esta y toque tres veces antes de abrirla sin recibir respuestas. Sonreí con ternura y cierta compasión. El se veía muy pacífico durmiendo...

Mi torpeza provoco que empujara la puerta demasiado fuerte, y esta se cerrara generando un estruendo que revoto por toda la habitación, y termino despertando al tranquilo teñido.

Se veía desconcertado por un momento, hasta que logro verme y calmo su facción a una tranquila.

- Creí que no vendrías.- apenas murmuro.

- Dios, Michael lo siento tanto.- comencé a hablar rápido, acercándome hasta el y arrodillándome a un lado de la camilla.- estaba dormido, no creí que eras tu, ni que era algo importante.

- Está bien, ya estás aquí.- sonrió como pudo.- al menos se que te importo aunque sea un poco.- rio.- eres un buen amigo al venir.- no oculte mi sonrisa ante sus palabras.

- El mejor de todos.- bromee y este rio.- ¿q-que ocurrió?- me atreví a preguntar.

- Nada importante, solo un ataque.- se encogió de hombros.

- ¡Claro que es importante si estás aquí! ¿Qué estabas haciendo?

- ¿Tú qué crees?- hablo obvio, si, yo también sabia a que se debía su ataque.

- Mierda Michael, deja de fumar cabron.- negué con la cabeza mientras el reía. Sonreí.- Me alegro de que estés bien.- confieso y este baja la mirada.

- Por primera vez, yo también lo hago.

Y se que no deberia, pero rei tomandolo de la mano.
...

- Es un maldito sin códigos.- reí recordando mi reciente pelea con uno de mis mejores amigos.- de todas formas ya no me importaba.- confesé. Le había contado a Michael la situación que vivimos entre Hasley, la chica de los cds, Calum, y yo.

El día que quise presentarles a Hasley como mi amiga a los chicos, Calum tuvo cierto interés en ella. Al no dar el segundo paso con ella, este se adelantó invitándola a salir. Estaban en algo, y hace unos días me lo confeso. No voy mentir, si me había enfadado, pero ya no le di importancia. Hasley era una chica genial, pero no resulto ser como pensaba. No congeniábamos como yo creía.

Aunque sabía que el teñido no me estaba prestando atención, seguí relatando mi historia/ triángulo amoroso, mientras el jugaba a un juego con el cual se había obsesionado. Pokemon Go.

- Sabía que era una perra.- comento luego de un tiempo, cuando crei que no me estaba escuchando. Reí por sus palabras tan directas.

- No creo que lo sea, tenía razones para hacerlo.- defendí.

- ¿Cómo cuáles?

- No congeniábamos.- carcajeo con mi defensa.

- No es razón para tirarse a tu mejor amigo, ¿o si?-levanto una ceja divertido.

- Claro que no, pero...

- Pero es una perra.- me corto y rei.

- Si, lo es.- admití al fin.- es una maldita zorra. -sonrió satisfecho volviendo su vista al telefono.

Sin importarme que alguien nos viera, me subí a la camilla y recosté mi cabeza en sus piernas. Michael estaba sentado, apoyado en el respaldo mientras centraba toda su vista en la pantalla de su móvil. Moví mi cabeza para poder verlo mejor.

Algo me pasaba cada vez que lo veia.

- Nosotros si congeniamos.- hable sin pensar. Por primera vez despego su vista de la pantalla y me miro, sonrió de lado y comenzó a peinar mi cabello, algo que amaba que hicieran.

- Tal vez.- susurro.- o al menos mas que antes.

- Antes era estúpido.

- Si que lo eras.- rei con el.- tranquilo, yo lo sigo siendo.

- Claro que no.- murmure. No recibí respuestas por unos minutos.

- Creo que es mi turno de invitarte a salir.- a pesar de que no lo dijo con doble sentido, no pude evitar sentirme raro. Estaba sonriendo.

- ¿a una cita?- mi voz salió antes de que lo planeara. Me arrepentí al instante, pero mis nervios se calmaron al oir su risa.

- Si eso es lo que tu quieres...

Es exactamente lo que quiero, y más.

The dying boy ⏩MUKEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora