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Mierda no podía hacerlo.

Llevaba alrededor de veinte minutos caminando por toda mi habitación pensando en que le diría. No había escapatoria, mi madre me estuvo repitiendo toda la mañana y ahora parte de la tarde que me acercara a Michael. Aunque no me crean, lo estaba intentando solo me faltaba saber que decir.

"Hey Michael me entere que estas jodido, ¿salimos?"

No, definitivamente no. Era pésimo con las palabras.

Marque el numero por tercera vez y suspire mentalmente, la tercera es la vencida.

- ¿Diga? - respondió quien supuse que era Karen.

- Hola, mmh... habla Luke.- dije inseguro.- ¿Esta Michael?

- ¡Luke cariño! Hace tanto tiempo que no te escucho, ¿todo va bien?- hablo entusiasmada.

- Si, todo perfecto.- forme una línea con los labios.- solo llamaba para hablar con Michael.- hable jugando con las tiras de mi sudadera.

- Oh, si claro, ahí te lo paso.- sentía su sonrisa detrás de la llamada.- ¡Michael, es para ti!- grito y enseguida se escucharon pasos en una escalera.- Ten, de seguro te agradara la llamada.- uy, si claro, pensé.

- ¿Quién?- pregunto una voz rasposa, y desde ya, con cero ganas de hablar. adivina que amigo, a mí tampoco me agrada esto.

- Hey Michael, soy Luke.- comencé a rascar mi cuello con nerviosismo.- No se si te acuerdas de mi.- suspire y reí estúpidamente. La línea quedo en silencio por unos segundos antes de escucharse un portazo.

- ¿Hemmings?- pregunto seco.

- Así es, el mismo.- nuevamente la risa estúpida.- ¿Qué hay?

- ¿Qué hay de que?

- Que hay de nada.

- Nada.- fruncí el ceño, dios que conversación más patética.

- ¿Todo está bien?- que pregunta estúpida, obviamente nada estaba bien.

- ¿Ya lo sabes?- pregunto yendo al grano.

- Si- suspire.- lo lamento.

- Ya. Gracias, aunque no tienes de que.

- ¿Cómo te sientes?- pregunte descansando sobre mi cama.

- Pues mal.

- Lo sé, yo también estaría mal si fuera tú.-  dije concuerdo.

- ¿Pues quien no estaría mal al enterarse que tiene puto cáncer, idiota?- reí, sin poder contenerme. No se lo tomaba muy a la ligera, me agrada.

- Todos han empezado a llamar jodiendo, ¿verdad?

- No. Se suponía que nadie lo sabría.- rie falsamente.- el único que jode eres tu.

- Ya, al menos te entretengo.- sonrió al escuchar una risita de su parte.

- Si y para serte sincero, no se porque lo haces.

- Somos amigos, ¿verdad?- me arrepentía tanto de haber dicho aquello.

- No Luke, hace años que no hablamos. Ni siquiera me saludas cuando me ves en el instituto, ¿para ti eso es una amistad? - no se le notaba enfadado, así era como hablaba. He oído a mucha gente decir que podía ser un poco borde y frio.

- Pues podríamos serlo, ¿salimos el viernes? - mierda, sone muy directo. no respondio.

- ¿A dónde?- pregunta ignorando lo primero que dije.

- Hay una fiesta, te vendrá bien.- no contesta.- chicas, alcohol... una buena forma de olvidarse de todo.

- Claro.- responde sin más.- suena bien.

- Ok...entonces ¿te hablo el viernes?

- Ok.

- Ok.- responde. Estaba a punto de bromear diciendo la típica frase de The fault in our stars " tal vez "ok" sea nuestro "siempre" " pero antes de hablar la línea se cortó. Me había cortado. Mire incrédulo la pantalla del móvil.

mierda, si que era raro.

The dying boy ⏩MUKEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora