Durante casi todo el recorrido fui acompañado de una pequeña piedra, a la cual pateaba con cada paso que daba tratando de mantenerla cerca de mi; y también del teñido, quien no emitía ningún sonido.
- Es raro, ¿verdad?- hable rompiendo el silencio.
- Un poco.- murmuro con la mirada perdida hacia el frente.
- Eso es bueno. Estoy siendo original, gano puntos.- rio victorioso y este sonríe levemente.
- ¿Puntos de qué?
- Puntos en nuestra relación.- Me encojo de hombros y me mira extrañado.
- No tenemos ninguna relación.- replica orgulloso.
- Pues para mi tu eres mi amigo.
- Tú no eres el mío.- aunque sonó frío, no me dolió, solo reí.- nunca lo has sido.
- Ya, olvida el pasado y deja el resentimiento. Tenemos muchas cosas en común ahora, maduremos, ¿no crees?
- Eres tu quien debe madurar.- niego ante su respuesta y decido no insistir. De todas formas no era algo que me importara.
Ayer luego de disculparme, le hable por teléfono planteándole la idea de salir luego de clases. Necesitaba de su ayuda para algo, y que mejor idea que hacerlo ahora. Nos dirigíamos a una vieja tienda de discos, al cual orgulloso admito que es el lugar donde prácticamente he crecido.
Durante el último mes le habían dado un trabajo, como cajera, a una peli azul que me traía loco. Demasiado. No había día en el que no asistiera a la pequeña tienda solo para verla de lejos, y a escondidas. De veras, era penoso, pero era hermosa y me ponía los pelos de punta.
Los nervios me aumentaron al llegar a la entrada de la tienda. Abri la puerta y escuche la campanita chocar contra esta avisando la llegada de un cliente, sentí la mirada de aquella chica. Joder, si que era caliente.
- Mira.- murmure hacia Michael, codeándole el brazo para que mirara hacia mi misma dirección. Este lo hizo, y una vez dado cuenta de mi pequeña admiración hacia ella, volvió a mirarme y rodar los ojos. Camino enfrente de mi dirigiéndose hacia un estante, no sin antes sonreírle en forma de saludo a la chica quien no dejaba de verlo.
- Eres estúpido. Y demasiado obvio.- hablo una vez que me coloque junto a él, y comencé a ojear la pila de discos.
- Cállate.- murmure, para luego de unos segundos agregar suplicante.- Necesito tu ayuda.
- Adivino.- se giró para verme de frente.- solo me haz traído para conseguir su número y poder dártelo, ¿cierto?- mierda, era inteligente.
- ¿Qué? Claro que no.- mentí.- pero ya que lo dices...
- Eres un idiota.- me dijo frió alejándose de mí. camino al estante contrario al mío, lejos de mí. ya, sé que era un maldito por aprovecharme de él, pero ¿qué más da?
Decidí dejarlo solo un momento, mientras yo solo me dedicaba a ver de reojo a la chica.
Luego de un tiempo, antes de caminar hacia Michael, este se dirigió hacia el cajero entablando una plática con ella. Los mire curioso, pero sin entrometerme. Luego de al menos unos cinco minutos volvió hacia mi avisándome con una seña que podíamos irnos.
Paso junto a mi chocando mi hombro con brutalidad, mientras tanto me dedique a saludar con una mano a la peli azul y susurrar un "adiós". Solo recibí una sonrisa.
- Ey, ¡espera!- prácticamente grite al notar que iba a mitad de cuadra. Corrí hasta llegar a el y tomarlo del codo para que se detuviera.- tranquilo hermano, lo siento si te has ofendido pero...
- Toma, y ahórrate los agradecimientos. Eres patético. - soltó jocoso entregándome un pequeño papel, golpeándome en el pecho. Lo mire curioso para luego abrirlo, y encontrar un número de teléfono en el.
- Mierda.- susurre sonriendo.- mierda Mike ¡Gracias, joder, gracias!- no controle mi emoción y lo abrace, sin recibir uno de vuelta. Bese su mejilla en broma y despeine su rubio cabello. Este solo reprimió una sonrisa y rodó los ojos.
- Idiota.- fue lo único que dijo antes de sacar un cigarro de su bolsillo.
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The dying boy ⏩MUKE
De TodoEn donde Luke se ve obligado a reanimar los días grises de un chico moribundo.
