Nuevo año - Bechloe.

Capítulo 13

Narra Chloe.

 - Vamos Chlo, despierta que son ya las 11 de la mañana – Escuchaba la voz de mi mejor amiga pero todo estaba en negro. – Venga Chlo, arriba que tenemos que ensayar.

La cabeza me dolía mil, parecía que me iba estallar y Aubrey no paraba de intentar levantarme, incluso comenzó a agitarme de manera algo brusca. "Qué pesada"

La rubia ganó porque no podía seguir escuchándola así que decidí despertarme.

- Esta batalla la has ganado tu, pero la próxima vez te venceré – Le dije a la pesada de Aubrey mientras le tiraba una mirada asesina, ésta se río y dijo que desayunase, que ya mismo era hora de irse a ensayar.

 Me vestí con ropa deportiva para el ensayo, unos leggins rosas y una camiseta tirante azul marino. Después de tomar mi colacao matutino, porque sí, me gusta el colacao y no el café, fui a el baño a lavarme los dientes, cuando acabé me miré al espejo y ensayé la escala de sol. Cuando estaba llegando a las notas más agudas me empezó a doler la garganta, pero no le di importancia.

Mientras caminábamos por mitad del camino Aubrey se puso seria y me miró.

 - No te pelearás con Beca, ¿no?

 - ¿Qué?, ¿Por qué iba a pelearme con ella? – Pregunté algo confusa.

- Aubrey empezó a contarme todo lo que pasó la noche anterior con pelos y señales. Mediante me iba contando yo iba recordando todo lo ocurrido en el transcurso de la noche.

- ¡Oh Dios mío! ¿Yo hice eso con Dylan? ¿En mitad de todo el mundo? – Me sentía un poco avergonzada, cosa que no es normal de mí, quizá fuera porque Beca estuvo delante todo el tiempo cuando yo me restregaba con Dylan -

- ¿Ya está? ¿Sólo te preocupas por eso? Ayer casi matas a Jesse y a Beca y ahora sólo te preocupa tu bailecito con tu novio.

- Royo – Le corregí a doña sabelotodo.

- Lo que sea, da igual, prefiero que estés preocupada por tu numerito en la pista que por Beca, sino habría mucha tensión en las belas.

Lo que Aubrey no sabía es que desde el momento que me hizo recordar todo lo sucedido de a noche lo que más rabia me daba era lo de Jesse y Beca, sólo que estaba manteniéndome tranquila para no preocuparla ahora... Aunque no entendía porque a ella no le molestó ni lo más mínimo.

El tiempo había pasado y las belas estábamos todas reunidas en el gimnasio, Aubrey se volvió a acercar mucho a Beca y haciendo tonterías típicas de pareja o royo raro. "Puag"

Beca de vez en cuando me miraba y cuando yo se la intentaba devolver volteaba a otro lado, principalmente a su querida Aubrey.

Era mi oportunidad para continuar lo que dejé a medias.

- ¡BECA MITCHELL! – De repente todas se giraron hacia mi para ver qué pasaba, incluida Beca, obviamente.

- ¿Qué te pasa? – Contestó fríamente.

Empecé a gritarle todo o casi todo lo que me molestó que hizo, ella, mientras tanto miraba expectante, sin hacer gesto ninguno. Cuando acabé de contarle todo Beca me respondió...

- ¿Y a ti qué más te da lo que yo haga? No es de tu incumbencia.

Esas palabras tan bordes se me clavaron, la rabia explotó y yo no hice más que correr hacia ella, abalanzarme y quedar encima, tómandole las muñecas y empezando a gritarle.

- ¿Cómo que qué más me da? ¡Me da porque estás con Aubrey! ¡Estamos hablando de mi mejor amiga, no de una cualquiera, podrías haber herido sus sentimientos!

- Pero no lo hizo, no hirió mis sentimientos – Interrumpió la rubia con aires vacilantes.

- ¡Dios mío Chloe, Jesse malinterpretó todo, él me intentó besar, yo sólo quedé paralizada por la sorpresa! – Empezó a cabrearse - ¡En ningún momento tenía planeado que Jesse intentara comerme la boca, ni que se me acercara nadie más, sólo una persona que ni siquiera se me acercó en toda la noche!

Beca consiguió despegarse de mi y se fue cabreada, saliendo por la puerta del gimnasio.

Aubrey me echó una mirada asesina – Te dije que no la liaras - dijo y se fue detrás de Beca.

- De pequeña un hombre rubio no paraba de seguirme cada vez que salía del colegio, esto me ha recordado a eso. – Dijo Lilly apenas en un susurro mientras acabó la frase con una sonrisa y cómo no, siendo ignorada.

La chicas empezaron a irse, porque la capitana se había marchado detrás de la pequeña dj y ahora no podríamos ensayar como es debido.

- No estás enfadada porque quizá hiere a tu mejor amiga, estás enfadada porque te hirió a ti. – Apareció la morena por detrás de mí, yo sólo la miraba perpleja.

 - Tú lo que tienes son celos.

- ¿Celos de qué? – Pregunté a la morena, ésta sólo sonrió y se fue.

"¡Joder con las sonrisitas!"