(2) Hablar en voz alta

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SoulTale
Rumex Acetosa

「La historia de la humana a quién el tiempo sobraba 」

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Capítulo XIV
Hablar en voz alta
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Cuando Frisk escuchó gritos y disturbios en los pasillos se asustó, era más que obvio que los niños humanos seguían peleando contra los monstruos y quién sabe qué estaban haciendo ese día. Toriel estaba a su lado tomándole de la mano, la mujer había decidido que no iba a permitir que le hirieran otra vez, ya no importaba que los demás niños pensaran que Frisk iba a tener ciertos privilegios porque su madre era la directora, porque ciertamente después del incidente del viernes iba a tener muchos privilegios.

Apretó la mano de su madre y ella le sonrió.

—No te preocupes, cariño, vamos a encargarnos de esto —aseguró mientras caminaban juntos hasta el bullicio.

Lo que no esperaron era que no hubiese una pelea, o al menos, no una entre humanos y monstruos sino entre unos niños de grado superior y una flor: Flowey la Flor.

Frisk mentiría si dijera que no se alegró de ver a Flowey allí, sin embargo, esa alegría fue rápidamente sustituida por una expresión de asombro y horror cuando se fijó bien en la situación.

Las almas de los niños humanos estaban rodeadas de "bolitas amistosas" sin escapatoria, los niños estaban completamente inmóviles pues Flowey había empezado una batalla y tenía sus almas encerradas en unos cuadros pequeños sin escapatoria.

Justo como cuando intentó matarle.

Pero eso no era todo, el rostro espantado de los niños a los que amenazaba, la cara de satisfacción de Flowey o que ningún niño humano se hubiese acercado aún a detenerlo no era lo asombroso, sino que todos los niños monstruo estuviesen apoyando a Flowey, apartando a los humanos más pequeños y rodeando a la flor sirviéndole como protección.

—¡¿Qué está pasando aquí?! —Gritó Toriel enfurecida soltando la mano de Frisk.

Muchos huyeron, pero quienes se quedaron allí fueron Flowey y varios niños monstruos, casi todos, los niños humanos estaban casi llorando pidiendo ayuda, aunque su PV no habían bajado nada, estaban ciertamente espantados por la horrible perspectiva de una flor diabólica a punto de asesinarlos.

—¡Flowey déjalos ir! —Ordenó Toriel, Flowey la miró enojado— ¡AHORA!

No fue necesario repetirlo dos veces, Flowey soltó sin muchos ánimos a los niños humanos quienes salieron corriendo despavoridos, Frisk se sorprendió al reconocerlos como los mismos que le habían atacado el otro día.

—Creo que fui muy clara cuando dije que no ibas a venir —dijo Toriel aun lanzando llamas por los ojos.

—Y-yo le traje —dijo Monster Kid parándose firme—, fue mi idea.

Toriel le miró perpleja, luego dirigió su vista a Flowey, la flor sonreía con arrogancia.

—¿Ves? No fue cosa mía.

—¡Yo también ayudé! —Saltó Feli entre sus amigos levantando la mano.

—¡Y yo! —Dijo el niño conejo.

—¡Yo me metí a su patio para sacarlo! —Exclamó el niño gato.

—N-no queríamos que siguieran molestando a Frisk —susurró un Whimsun revoloteando tras una niña ratón.

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