Soultale

(4) Vs. Red

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SoulTale
Jasminum Officinale

「La historia de un fantasma 」

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Capítulo XXIV
Vs. Red
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—¿Seguro no prefieres descansar en tu propia casa? —preguntó Alphys mirando a Kouhei preocupada.

El niño bostezó mientras negaba con la cabeza, no se molestó en responder, después de todo, se lo había explicado tres veces a la reptil y ella parecía insistir en dejarle en su hogar. Kouhei quería saber si Frisk iba a estar bien, y si para ello tenía que quedarse en la casa de los esqueletos hasta que el payaso de Sans decidiera hacer algo, pues lo haría, de todas formas, nadie estaba esperándolo.

—AÚN ASÍ, CREO QUE ES MÁS PRUDENTE QUE LLAMEMOS A UNO DE TUS PADRES, HUMANO AMIGO DE FRISK —dijo Papyrus mientras se detenía en un semáforo en rojo.

Después de un rato de haber estado esperando, Papyrus empezó a notar lo cansado que estaba Kouhei, de esta forma, tomó la decisión de llevarlo a casa para que durmiese un poco, esas no eran horas para que un pequeño niño humano anduviera en la calle, eso es lo que le había dicho a Sans cuando lo dejó al cuidado de Undyne, Alphys se quedaría en casa de Papyrus con el pequeño, cuidándolo por sí llegaba a suceder o a necesitar algo.

—No contestarán —dijo recostándose en una de las ventanas del auto y mirando desganado las tiendas que empezaban a cerrar—. Nunca lo hacen —agregó en un susurro que no pasó desapercibido por ninguno de los dos monstruos.

Alphys, quien estaba en el asiento del copiloto miró a Papyrus, el esqueleto se había detenido en una esquina para poder ver a Kouhei sin correr el peligro de chocar con algo, el niño no se había casi ni percatado de que Papyrus había frenado, por lo que no le devolvió la mirada a ninguno de los monstruos, estaba mirando fijamente al infinito.

—HUMANO —dijo Papyrus, pero Kouhei no respondió—, ¿NO NECESITAS HABLAR?

—No —respondió Kouhei suspirando mientras se sentaba correctamente en el asiento trasero y miraba al cielo—, solo quiero descansar un poco.

—DEBERÍAMOS LLAMAR A TU FAMILIA.

—No van a contestar —insistió Kouhei—, no lo digo porque sea una especie de capricho o algo por el estilo, lo digo porque no lo harán, esta noche se supone que debería estar solo en casa ahora mismo, mamá no puede contestar el teléfono y papá no lo hará, sólo... ¿podemos avanzar?

Pero Papyrus dudaba, Alphys miró preocupada al esqueleto, parecía como si fuera la primera vez que escuchaba a alguien decir que estaba solo, que su familia no se preocupaba por él. La familia era lo más importante, la única familia de Papyrus era Sans y Sans siempre estaba a su lado, flojo y todo, siempre estaba ahí, ¿por qué los padres de un niño no estarían a su lado?

—Hey... ¿qué es eso? —preguntó Kouhei de repente, inclinándose hacia delante y mirando el cielo con atención.

—HUMANO, EN SERIO CREO QUE...

—¡Miren! ¡Allá! —gritó Kouhei ignorando a Papyrus, levantándose de su asiento y señalando el cielo con sorpresa— ¡Es la chica que atacó a Frisk!

—¡¿Qué?! —preguntó Alphys sorprendida, mirando en la dirección en la que Kouhei tenía su atención.

El niño no estaba mirando el cielo, observaba los techos de las casas por los que una ráfaga roja pasaba con agilidad. Undyne la había estado buscando por semanas y ahora que la encontraban no podían perderla de vista.