Soultale

(3) Epílogo II

SoulTale
Tussilago Fárfara

「La historia del honesto chico al que todos odiaban 」

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Epílogo II
Lo correcto
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-Hasta mañana, gracias por todo.

-nos vemos, chico.

Kouhei vio a la lejanía cómo una chica humana se despedía del esqueleto que tenía una postura perezosa. Ella se alejó y él se quedó bostezando en la puerta de la casa que se suponía que tenía la dirección que Flowey le había dictado, tuvo que mirar nuevamente el papel para confirmarlo y efectivamente, la casa que tenía nieve en el techo era la de "basura sonriente".

-hey, niño, ¿necesitas algo? tu mirada me hace pensar que buscas algo de mí -la voz profunda, lenta y jocosa del esqueleto llamó su atención, dejó de mirar el papel y observó al esqueleto con algo de recelo-. ¿o solamente estás huesolo? ¿dónde están tus padres, pequeñín?

Kouhei tomó aire y apretó el agarre de su mochila, él normalmente no era del tipo de persona que se acercaba a empezar una conversación, así que no sabía cómo empezar a explicarle que había llegado allí por recomendación de Flowey.

-heh, bueno, si no sabes hablar entiendo leguaje de señas, chaval, no te cortes -pero Kouhei seguía mirándolo fijamente sin saber exactamente qué decir, pasaron dos minutos hasta que el esqueleto volvió a hablar-. toc, toc.

Kouhei parpadeó un par de veces, miró a todos lados y luego no muy convencido contestó: -¿Quién es?

-heh -se rió el esqueleto antes de responder-. yoni.

-¿Yoni... quién?

-yoni sé quién está tocando -el esqueleto se encogió de hombros y le guiñó un ojo a Kouhei, quien parpadeó un par de veces confundido por el chiste repentino, pero de alguna forma, consiguió aligerar el ambiente-. es bueno saber que puedes hablar, chaval, ¿eres el nuevo cartero?

-No, yo... -Kouhei se rascó la nuca y suspiró-. ¿Es usted "basura sonriente"?

El esqueleto se quedó en silencio por un momento, mirando a Kouhei con gracia, ¿o quizás simplemente así era su cara... cráneo? Kouhei intentó deducirlo, pero cuando escuchó la risa de del mayor pensó que la primera opción era la correcta.

-seh, ¿el yerbajo te dijo que vinieras? entonces tú debes ser "el llorón" -comentó el esqueleto guardando sus manos huesudas en los bolsillos de su chaqueta azul.

-No soy llorón -se quejó Kouhei, entendiendo que estaba en el lugar correcto-. Me llamo Kouhei.

-yo sans, sans el esqueleto, pero puedes llamarme solamente sans. supongo que si estás aquí por cosa del yerbajo es porque tienes muchas preguntas por hacer -supuso Sans.

-Sí, así es -asintió Kouhei.

-bueno, puedes pasar, mi hermano está en su trabajo así que podemos hablar sin problemas.

Algo que ningún niño debe hacer es estar en una casa a solas con un extraño, Kouhei lo sabía y era precavido con todo adulto que conocía, no obstante, ese esqueleto Sans le transmitía algo extraño, era como si fuese atraído hacia él y era incómodo, incluso tenía la sensación de que era de fiar, aunque le daba escalofríos verlo.

Sea cual fuere la razón, Kouhei decidió pasarse esa vez la norma y entró a la casa acompañando a Sans el esqueleto hasta la sala, donde tendrían una larga charla.

La casa por dentro se veía más decente que por fuera, los sillones eran verdes, había una gran Tv frente a éstos, todo estaba en perfecto orden y se veía el esmero que le habían puesto por mantener los pisos brillantes y relucientes, cosa que no encajaba para nada con el esqueleto perezoso que se había echado encima de un sofá como si fuese a tomar una siesta.