Soultale

(3) La excursión de los renegados

SoulTale
Tussilago Fárfara

「La historia del honesto chico al que todos odiaban」

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Capítulo XVII
La excursión de los renegados
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El enorme monstruo se le lanzó encima, no tenía forma de esquivarlo, en un descuido, sus garras atravesaron su pecho, la sangre no tardó en brotar y supo que no saldría vivo. Sintió cómo su vida y su alma le eran arrebatados de una de las formas más dolorosas y crueles.

Jamás completaría su misión.

Eso no era justo.

.-

—¡Ahhh!

Se levantó apresuradamente, estaba espantado, sudaba frío y su corazón latía a mil. Odiaba las pesadillas.

Miró a su alrededor confundido, no recordaba donde estaba ni qué estaba haciendo, se encontraba en una parada de autobús en mitad de una carretera. No se levantó de su asiento, nervioso miró a todos lados para confirmar que no estaba solo, cosa que no fue difícil, pues a su lado se encontraban Frisk Dreemurr y Flowey la flor.

Gritó de nuevo al encontrarse con el rostro de Frisk, había sido una sorpresa.

"¿Estás bien, Kouhei?" Preguntó Frisk en señas.

—¿Do... dónde estamos? —inquirió con nerviosísimo.

Frisk miró a Flowey y la flor bufó mientras murmuraba un "idiota".

"Esperamos el autobús para llegar al bosque Ebott, vamos a la excursión, ¿recuerdas?"

Kouhei se tranquilizó, había olvidado por completo la excursión, ¿cómo no? Con tan terrible pesadilla. Por esa razón él odiaba dormir de día.

Habían pasado cinco días desde que empezó el programa de readaptación, las actividades de Undyne resultaban ser o peligrosas o emocionantes, la venta de galletas no se había comparado nada con la expedición al zoológico, donde retó a los niños a meter una mano en la jaula de los leones, para "probar su valentía", sobra decir que Rose lo hizo encantada y Frisk tuvo que jalarla antes de que los leones se acercaran a ella.

Ese día estaban esperando al bus que los llevaría al bosque de campamento. Kouhei se había negado mil y una veces a ir, alegando que tenía cosas importantes que hacer, sin embargo, finalmente por presión grupal terminó aceptando la excursión de tres días al aire libre.

—Claro... claro, lo siento —dijo pasándose la mano por la frente, sorprendiéndose al darse cuenta que estaba sudando.

"¿Estás bien?" Preguntó Frisk mirándole con preocupación.

—Algo así... —dijo no muy seguro—, creo que sí, solamente fue una pesadilla.

—Ponerte así por una pesadilla, que estúpido —dijo Flowey con disgusto.

Kouhei no le respondió, simplemente se quedó en silencio tratando de asimilar lo que había pasado. Él no era alguien que se aterrara con cualquier pesadilla que soñara, no obstante, las que estaba teniendo recientemente realmente lo estaban molestando más de lo que había esperado. No solamente lo que ocurría en ellas era lo que le espantaba, era el sentimiento, el dolor, todo era tan real que simplemente no podía lidiar con ello.

Todo comenzó el mismo día en el que se formaron los grupos, cuando vendieron galletas en el centro comercial.

A veces, entre esas pesadillas podía ver los ojos del pequeño monstruo color gris, mirándole fijamente sin decir una palabra y acercándose cada vez más con cada noche que pasaba.