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Capítulo 24: La sorpresa

En multimedia: la sorpresa que le hicieron los chicos a Jas.

— ¿Señorita? — escuché una voz que me llamaba una y otra vez — ¡despierte! — sentí una mano sacudirme suavemente, y desperté de golpe.

— ¿Que pasó? — pregunté soñolienta.

— Se quedó dormida al final de la clase — miré sus ojos cafés y noté de inmediato que era David.

— Lo siento mucho — le respondí apenada.

Todo esto quiere decir que soñé que hablaba con el, por lo que el no me reconoce.

— No te preocupes, ¿que tal si vamos afuera y conversamos? — preguntó muy serio.

¡Oh no! ¿y si se cumple mi sueño?

Acepté y salimos, nos sentamos en unos bancos en el parque. Unos cuantos minutos en silencio me pusieron incomoda.

— Seré sincero contigo. No se si es que no te gusta el club, pero necesito que pongas de tu disposición y te esfuerces. Se que hoy la clase no tuvo acción, que todo fue teoría pero necesito ver que todos se animen — su rostro era indescifrable, nunca lo había visto tan neutro, sin emoción — te digo todo esto porque soy recto en lo que hago y prefiero trabajar con personas que se interesen, porque, fuiste la única que ni participó ni mostró interés, todo lo contrario te dormiste. No quiero que te sientas mal, sólo quiero que tomes esto con seriedad, ¿Bien?

Yo sólo asentí sin decir una palabra. En mi rostro era evidente la decepción que tuve, pues pensé que me iba a decir algo positivo, no se, hubiese deseado que me invitara a salir, pero tremenda sorpresa me llevé.

Salí del parque casi corriendo, estaba aguantando las lágrimas, y un nudo ató mi garganta.

Como es posible que hace poco, cuando estuve en su casa me trató tan Bien, incluso llegue a pensar que le agradé, pero parece que me equivoqué.

Decepciones...

Decepciones...

Y más decepciones...

Sábado llega rápido por favor, quizás los dieciocho me den suerte.

[...]

— ¡Jasssssss! — un grito me despertó.

— ¿Que? ¿que pasa? — desperté alterada girando mi cabeza a todas partes, para entender que ocurría.

— Feliz cumpleaños, floja — gritó Alex.

— Gracias, pero, ¿que haces aquí en casa de mis padres? — reí.