Capítulo 5

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Bob había entrado al salón asustándome.

- Me has asustado Bob, hablé con el decano y me permitió tener a Emma en todas las clases - se acercaba mientras iba hablando.

-¿En serio? Que bien Ana, el próximo fin de semana me voy a quedar en tu apartamento ¿Puedo verdad?-
- Sí, Brenda vuelve de su viaje el viernes así que no hay problema-
- ¿Le vas a decir sobre Emma?-
- Claro que sí, ella estudió conmigo desde que estábamos en primaria y sabe mucho sobre mí, no veo la necesidad de ocultárselo, confío en ella, después de todo es mi única amiga.-
- Me alegro que sean amigas, por ti pude conocer a Brenda y salir con ella-
- ¿Llevan un año saliendo?
- Casi dos- dijo sonriendo.

Conocí a Bob cuando tenía 14 años, él estaba en su segundo año en la universidad estudiando derecho. En ese año el colegio había organizado un evento que permitía la entrada del público, mi salón había hecho un escultura de caricatura del director del colegio, yo estaba encargada de cuidarla y hacer la exposición sobre los materiales, además explicar el por qué escogimos al director. Mientras tomaba agua, Bob se acercó, me preguntó sobre los materiales, luego empezamos a hablar de muchas cosas, gracias a él descubrí que quería ser abogada y estudiar derecho. Al mes de seguir hablando y saliendo con él, le presenté a Brenda, ya que insistía en conocerlo; desde entonces salíamos los tres, dado un tiempo, llegó el momento en donde ya interrumpía en sus citas. Bob y Brenda fueron un escape a la realidad que vivía en casa de mi padre.

- No me gusta cuando ella sale de viaje, siento que va a dejarme por un extranjero rico - decía haciendo pucheros.
- Deja de imaginar cosas que no son, cada vez que hablamos sobre ti, vuelve a su antigua Brenda de 14 años dando saltitos y gritos de emoción de solo pensar en tí, así que confía en los sentimientos que ella tiene por ti, está muy enamorada - miré como poco a poco sus ojos brillaban de alegría y sus mejillas se tornaban rojas.

A pesar de ser mayor que nosotras tenía reacciones de un adolescente.

- Eres una buena amiga aunque casi no sonrías y seas muy sería, ah! Pero al único que le muestras esa parte de ti es a César, eso da un poco de celos ¿Sabes? - la cara de niño enamorado cambio a un puchero de un niño regañado. Sonreí a sus rápidos cambios de humor.
- César ¿eh? - suspire - ni siquiera sabía que le sonreía fácilmente -
- Te gusta ¿no? César - dijo acercándose un poco a mi rostro, instintivamente me alejé sintiendo mi cara arder.
-¡¿Q-qué dices?! - esquivé su mirada lo más rápido posible.
- Eres muy evidente - su sonrisa burlona me hizo avergonzarme más.
-¿Se nota tanto?-
- Sí, mucho; pero Ari él ya está... - su voz denotaba la tristeza de mi realidad.
- Sí lo sé, él ya tiene a alguien a quien amar y los frutos de su amor pero no puedo evitar sentir lo que siento por él. Posiblemente ya sepa de mis sentimientos pero no toca el tema, pero... es mejor así... - sonreí posiblemente triste ya que ni siquiera sabía que cara estaba haciendo - es hora de olvidarle.
- Es lo mejor, no quiero que sufras más, su esposa es una buena mujer y lo sabes - asentí - ella te ha ayudado mucho, ellos te quieren, por favor Ariana no hagas nada que arruine la relación que tienen ustedes tres. Puede que suene insensible pero es lo mejor para ti - son muy pocas las veces que Bob hablaba como un adulto y con madurez y esa fue una de las pocas veces que lo hace.
- Lo sé, no tienes que echarle sal a mi herida, soy consciente de lo mal que les estoy devolviendo su amistad y amor, por eso decidí alejarme un poco de César, aunque empezará a preguntar y notar la distancia - la resignación en mi voz hizo que Bob se riera.

Dejamos el tema hasta ahí y seguimos hablando y molestando hasta que poco a poco se iba llenando el salón, llegó el profesor saludó a todos, miró en dirección a mí, luego al coche de Emma, entendí que ya sabía mi situación, suspiró y empezó a dictar la clase. Después de media hora de clase Emma se despertó e iba a empezar a llorar cuando la alcé y salí con su biberón hasta la plaza central de la universidad, lloró unos minutos, luego revisé su pañal, noté que estaba sucio, entonces fui hasta el baño para cambiarla. Pasados 15 minutos esperando que se adaptara un poco al ambiente, volví al salón tratando de hacer el menor ruido posible, afortunadamente Emma permaneció calmada mientras jugaba con sus juguetes.

Durante las siguientes clases algunos profesores jugaban con ella o se la llevaban hasta adelante y la distraían mientras hacíamos los ejercicios, mientras que otros profesores la miraban con desaprobación. En la última clase, la profesora nos había puesto en grupos para hacer un trabajo finalizando el semestre, en donde cada grupo hablara sobre algunos casos que hicieron historia en el mundo de la política. 

En mi grupo estaban Bob, una compañera y un compañero, el último parecía odiarme, cada menos de nada me observaba con asco o miraba a Emma con repudio, en repetidas ocasiones lanzaba indirectas sobre mí, mofándose o criticando mi vida sexual. Me ofendía su actitud pero sabía que habrían personas que aceptarían esta situación, como otras que no lo harían, por eso trataba de no prestarle atención a sus palabras.

Acordamos reunirnos en mi apartamento para hacer los avances de la exposición al día siguiente, me despedí y salí con Bob en dirección al trabajo, la jornada estuvo relajada,  habían muchos clientes pero pudimos manejar muy bien la situación, limpiamos y cerramos el local. Me despedí de todos y volví caminando hasta mi apartamento mientras jugaba con Emma. Cuando llegué, bañé a Emma y la acosté en su cuna, mientras dormía plácidamente aproveché para bañarme y adelantar los trabajos de la universidad.

Estaba cansada ,pero teniendo a Emma en mi cuidado me sentía feliz, tener a alguien a quien considerar mi familia me hacía sentir feliz, después de la muerte de mamá, la que yo pensaba como mi familia, me excluyó y abandonó, desde entonces buscaba el calor de una familia, el tener a Emma a mi lado me proporcionaba ese calor.

Alisté todo para al día siguiente y me acosté a dormir dejando que mis alegres pensamientos me llevarán al mundo de los sueños.

UN DULCE ENCUENTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora