Capítulo 3

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César me miraba sin creer lo que veía, abría la boca para decir algo pero luego la cerraba.

- Explícame que está pasando por favor - por fin habló.
- Por ahora entremos - dije sonriendo con cansancio.
- Vale - dijo escéptico.

Entramos en silencio hasta la sala para empleados; nos sentamos y César no dejaba de mirar a la pequeña.

- Explícame todo esto por favor -
- Anoche la encontré en el parque y decidí cuidarla - dije mirando a Emma con ternura.
- Oye, cuéntame todo con detalles no me des esa explicación tan pésima - dijo malhumorado.
- Lo siento, lo siento -

Le conté todo con detalles y también le dije mis planes con la bebé.

- Es muy arriesgado, además aun eres menor de edad y ¿ Qué vas a ser con los estudios? ¿Qué vas hacer para mantenerla? -
- Los dejare si es necesario y trabajaría en las mañanas también- dije mirándolo con seriedad.
- No puedes, si tu padre se entera ¿Qué crees que hará? - dijo preocupado.

No había pensado en eso.

- No hará nada, no tiene porque enterarse -
- Pero lo hará y tú lo sabes ¿Verdad?-
- Eso no importa ahora lo importante es que ella no tiene hogar y no la voy a dejar sola- dije mirándolo con firmeza.
- ¿No cambiarás de idea cierto? -
- No - dije con seriedad.
- Bien, entonces ¿En qué te puedo ayudar? - dijo suspirando.
- ¿Qué? No, no es necesario puedo hacerlo sola - dije mirándolo con ternura.
- Otra vez dices que lo harás sola. ¿Cuándo vas a confiar en mí? Si lo haces todo sola no te saldrá bien. Deja que otros te ayuden no todo lo que quieres lo puedes lograr sola. No sabes que hacer ¿Verdad?- dijo acariciando mi cabeza.

Solo me limité a asentir. De repente siento que mis ojos llenos de lágrimas. César lo notó y siguió acariciando mi cabeza sin decir nada.

- ¡NO LO ENTIENDO CÉSAR ¿POR QUÉ? ¿POR QUÉ TENER A ESTA NIÑA ME RECUERDA MI PASADO? NO LO ENTIENDO ¿QUÉ DEBO HACER? EL VERLA ME HACE RECORDAR ESE DÍA. DEMONIOS CÉSAR, DUELE DUELE! - exclamé sin saber por qué.

- Porque a esta niña le han hecho lo mismo que a ti y además aún no puedes perdonar a esas personas es normal que sientas lastima por ella... -
- No he sentido lastima por ella en ningún momento - dije interrumpiéndolo - ella se parece a mi aunque sólo sea una bebé -
- Lo sé, pero ¿Estás segura de esto? Criar a un bebé no es fácil y a tu edad es más difícil. Espero que nunca olvides lo que te voy a decir Ariana. Cuando dijiste que la cuidarías, todos tus sueños y metas desaparecerán, de ahora en adelante tu vida gira entorno a esta pequeña. Estás sacrificando todo por una pequeña que ni siquiera es tu hija. ¿Estás preparada para esto? - dijo mirándome tan serio como nunca lo ha hecho.
- Si te soy sincera aún no lo estoy, pero lo único que sé es que si no la hubiera recogido y no hubiera decidido cuidarla estaría arrepentida toda mi vida. Siento que ella será un cambio en mi vida por eso no digas que mis sueños desaparecerán, estos solo cambiaron - dije sonriendo.
- No puedo contigo - suspiró - ahora límpiate la cara, deja a la niña en el sofá que hay en mi oficina y ve a cambiarte ya casi es hora de abrir el local - dijo besando mi frente.

Llevé a Emma a la oficina y acomodé los sofás para que la niña no se cayera. Salí dejando la puerta abierta para poder escucharla cuando se despierte; me cambié lo más rápido que pude.

Arreglamos con rapidez las mesas y sillas, luego fuimos a la cocina a preparar los alimentos. Los chicos comenzaron a llegar y cuando ya estábamos todos escuché los llantos de Emma. Los chicos empezaron a preguntar de quién era el bebé. César y yo nos miramos preocupados, asentí dándole a entender qué les diría todo, caminé en dirección a la oficina recogí la pañalera y a Emma. La llevé hasta la sala y saqué el biberón y se lo di a César para que lo calentara mientras que trataba de calmarla y contarles la historia.

UN DULCE ENCUENTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora