- Ariana por qué tienes éstos papeles? -
- La mamá de Emma vino a traerlos, dijo que se iba del país con su pareja - caminé detrás de Ariana hasta la oficina de César.
- Entonces Emma por fin será tu hija legalmente, no es genial? - sonreí mientras ponía mi mano en su hombro.
- Si lo es, pero ella no tuvo en cuenta mi edad, puedo adoptarla en siete años - mi sonrisa se esfumó al darme cuenta de la realidad y las leyes de nuestro país.
- Algo podemos hacer, Katherine dijo que podíamos llamarla si algo pasaba, pues llámala y dile todo - dije esperando que dijera que si.Salimos en busca de su celular, mientras que ella hablaba con Katherine yo me senté frente a César quien estaba perdido en sus pensamientos.
- Tu sabes no es así? - miré a César confundido - lo que pasó para que terminara así - señaló su propio rostro.
- Ah! Si, el estúpido de su padre de la nada se lanzó sobre ella -
- Eso me lo había dicho pero no me dijo el por qué -
- Creo que eso lo debe hablar con ella no conmigo -
- Cómo está, ya sabes, psicológicamente hablando - suspiré, entendía su preocupación y más en ese aspecto.
- Creo que eso le afectó bastante, no ha tocado el tema en todo el día y no creo que vaya hacerlo, me atrevo a decir que se culpa a sí misma. En pocas palabras está sufriendo y no va a dejar que nos demos cuenta -Nos miramos por unos segundos y suspiramos a la vez, conocíamos lo suficiente de Ariana para darnos cuenta que haría todo por si sola, no buscaría ayuda de nadie. Ariana volvió aún hablando por teléfono y revisando todos los papeles.
- Señora Katherine ella adjuntó la patente firmada junto a una carta ¿Puedo firmar y llevar esto a la registraduría sin ningún problema?- puso el altavoz para que todos escucharámos lo que decía la señora.
- "Sí puedes enviar todo, me alegro que puedas tener la custodia de la niña" - todos sonreímos aliviados por la información, al unisono agredimos y nos despedimos de la abogada.César fue el primero en lanzarse sobre Ariana para abrazarla, darle besos en su rostro y decirle lo feliz que era por ella, esa escena despertó en mí los celos que tenía contra ese hombre; apreté mis puños y contuve la respiración no quería hacer una escena sabiendo que ella y yo solamente éramos amigos. Ariana le agradeció mientras se soltaba de su agarre y caminaba hacia mí, sonrió extendiendo sus brazos, quería que la abrazara y sin pensarlo dos veces lo hice; cuando sentí su cuerpo entre mis brazos solté un suspiro de alivio. Enterré mi rostro entre su cuello y hombro mientras su cabello revoloteaba frente a mi rostro soltando su fragancia a vainilla.
- Por un momento pensé que se la llevaría, que la alejaría de mi, tenía miedo, mucho miedo Jhon - su voz era un susurro casi imperceptible, sus lágrimas empezaban a mojar mi cuello y camisa. Aferré una de mis manos en su cadera y la otra la enterré en su cabello haciendo que ocultara su rostro.
- Lo sé, pero ella está aquí contigo, Emma está aquí, esa mujer no se la llevó - acaricié su cabeza - todo está bien ahora, nadie puede quitarte a la niña -
- Jhon, está bien que sea tan feliz como lo soy ahora? Pasando por encima de mi padre, pasando por encima de todos. Hiriendolos -Le pedí a César que me prestara su oficina y que cuidara de Emma mientras hablaba con Ariana, la arrastré hasta el sofá cerrando con seguro la oficina, me senté junto a ella mientras lloraba desconsolada, por fin dejó salir lo que pensaba sobre su papá, como pensaba, se culpaba.
- Ariana, no todo lo que has hecho es malo ni mucho menos algo por lo que debas sentirte culpable - limpié sus lágrimas levantando su rostro en el acto - lo que pasó con tu papá no es tu culpa, no sabes por qué hizo eso, además no creo que él te odie, creo que lo que sucedió es algo que deben hablar sin que nadie los interrumpan y por supuesto más calmados -
- Jhon, él me odia ahora, no quiere ni verme -
- Ariana, no temas por lo que dijo o hizo; enfréntalo, dile todo lo que piensas y sientes. Tú me enseñaste que no debo huir de lo que temo y odio e incluso de lo que amo - sonrió poniendo su mano sobre la mía - ahora ve a firmar los papeles y llevarlos a la registraduría, después enfrenta a tu padre -
- ¿Harás lo mismo con el tuyo? - su pregunta me dejó desconcertado. Esa mujer podía leerme mejor que yo mismo.
- Sí, haré lo mismo. No voy hablar por hablar y como dijiste, no siempre puedo huir. Pero, prométeme que pase lo que pase no dejarás que te agobie ni mucho menos te aleje de lo que has construido- besé su frente - no te alejes de mi - susurré esa palabras en su oído como una súplica.
- No lo haré Jhon, nunca lo haré - volvió a abrazarme - gracias por estar aquí -Nos separamos quedando frente a frente, vi la determinación en sus ojos, estaba seguro que no descansaría hasta tener lo que desea, no descansaría hasta dejar todo en claro con su padre. Nuevamente tuve el impulso de besarla pero me contuve gracias al llanto de Emma, salimos de la oficina para encontrarnos con un muy enojado César; quería que Ariana le explicara qué había sucedido con su padre, me llevé a Emma y los papeles de adopción hasta la cafetería para comprarle un postre mientras ellos hablaban.
Leí los papeles detenidamente, de principio a fin, encontré que no solo Ariana tenía que firmar, su pareja también. El primero que vino a mi mente fue César, él firmaría por su bien, él sería capaz de hacerlo, Ariana le pediría ese favor a él. Volví a la sala de descanso desanimado por mi descubrimiento y desilusión, les hable del tema esperando que Ariana no le pidiera a César actuar como su pareja.
- Tendré que decir que estoy sola - dejó los papeles a su lado abrazando a Emma.
- Y si yo firmo como tu pareja? - antes de darme cuenta esas palabras salieron por sí solas sorprendiendolos y sorprendiendome.
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UN DULCE ENCUENTRO
Novela JuvenilAriana cansada de ser despreciada por su padre decide vivir sola. Un día volviendo del trabajo encuentra un bebé abandonado en un parque... ¿Que hará Ariana con el bebé? ¿Lo dejará? ¿Lo adoptará? Esta es una historia en donde una elección puede ser...