Especial: John!

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Aún recuerdo cuando la besé en el mirador, nuestra promesa incierta, su rostro deformado por su llanto, sus ojos llenos de lágrimas y un 'no te vayas' gritado silenciosamente por esos ojos. Cada día la añoraba, quería verla, abrazarla, besarla; quería escuchar mi nombre dicho con amor por esos suaves labios, esperaba nunca recibir su llamada ni su mensaje. Estaba ansioso por volver con ella, los primeros meses fuera del país fueron una tortura, no podía concentrarme en el trabajo, quería volver. Pero Alexander me enseñó que si mi sueño era ser el mejor arquitecto y el hombre del cual Ariana se sintiera orgullosa debía definir mis prioridades, además de confiar en la decisión que ambos tomamos al separarnos, debía confiar en ella, sus regaños diarios me ayudaron a enfocarme, después de dejar a Ariana perdí mis metas, quería estar con ella pero Alexander tenía razón, tenía que definir lo que quería y lo hice, luché contra mis impulsos e incertidumbres para ser el hombre que prometí que sería frente a esa hermosa mujer.

Al tercer año, ya había logrado mejorar en mi trabajo, me acostumbre a la rapidez en el que sucedían las cosas en la empresa, recuerdo que ese año volví a ver a mi padre, Alexander tenía negocios con él, ese día salimos a cenar, por primera vez en muchos años no me habló del trabajo o la imagen pública, me habló como un hombre que sin darse cuenta perdió a su mujer y a su hijo, me habló un hombre cansado pero muy orgulloso como para decirlo, me habló un padre que no sabía que era tener un padre en casa, esa noche abrió su frágil corazón. Me sentí feliz, Ariana me enseñó a dar una segunda oportunidad a aquellos incapaces de entender solo con palabras y de expresar sus verdaderos sentimientos escondidos en sus ojos, esa noche vi la fragilidad y miedo de mi padre; y así como él mostró su parte vulnerable, le mostré la mía, mi miedo a perder a Ariana, mis inseguros e inexpertos sentimientos de amor, mis vergüenzas, todo, le conté absolutamente todo, como si fuésemos amigos de años. 

- Confieso que esa chica no me agrada, pero la he visto en el trabajo y admiro su perseverancia - Mi padre me sorprendió con esas palabras y despertó ese deseo que tanto había controlado, saber de Ariana y Emma; él me dijo que la había visto en el bufete, entro como practicante luego de que la promovieran en la universidad, ella terminó su carrera en tres años y ya estaba trabajando en el mejor bufete de abogados del país, ella rechazó las ofertas de ir a otros países y ser parte de la élite de abogados; mi padre estaba sorprendido de lo inteligente y eficiente que era en el trabajo - No me gusta el hecho que ella ya tenga una hija - iba a protestar pero me lo impidió - sé que no es su hija, investigué sobre su vida y sé por lo que ha pasado, admiro eso también pero no la puedo aceptar, no, no puedo aceptarlos a ambos ¿Cómo puede una mujer tan talentosa estar perdiendo tanta oportunidades por un hombre como tu? Que desperdicio! - 

Por alguna razón sus palabras me hicieron reír, no le gradaba que Ariana dejara ir oportunidades valiosas por un hombre que no le da un algo más de lo que ya tiene, estaba de acuerdo con su opinión, alguien que hace lo mejor en todo momento necesita alguien mejor de lo que soy para ella, pensé deprimiéndome de mis propios pensamientos; pero, recordé sus palabras cuando le conté sobre el viaje "no voy a retenerte, quiero lo mejor para ti y si esto es lo mejor, no puedo hacer nada más que darte un empujón para que lo logres. No quiero que vuelvas sin haber hecho lo que más amas". Empecé a reír al recordarlo, ella ya me había dado las respuestas que necesitaba con esa frase, no era que ella necesitara alguien mejor que yo a su lado, ella solo quería que me transformara en la mejor versión de mi mismo sin ningún arrepentimiento para poder amarme y amarla realmente por igual. Recuerdos de ella y Emma inundaron mi mente, de todas las mujeres que conocí, la única que tocó mi corazón fue Ariana y por más que quisiera dejarla ir no podía, quería una vida con ella.

- Papá, yo quiero casarme con Ariana, quiero ser el padre que Emma necesita, quiero que nosotros podamos ser felices juntos, discutir por tonterías y por cosas serias, llorar cuando nos lastimamos, sobrescribir esos momentos dolorosos y amargos juntos - 

UN DULCE ENCUENTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora