Capítulo 6

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Me levanté deseando no volver a ir a esa universidad, odiaba estudiar derecho. Mi padre quería que estudiara lo mismo que él, mientras que yo, simplemente quería trabajar en lo mismo que había estudiado antes de derecho. Arquitectura.

Saqué la moto directo a la universidad, cuando llegué casi no había estudiantes, entré al salón pero los únicos que estaban eran Bob y Ariana; me sorprendió ver el coche al lado de ellos. Desde que ella había entrado a la universidad, el primer día de clases me interesé en ella, casi no hablaba, mucho menos sonreía, tenía algo en su mirada que era atractivo, pero verla al lado de Bob sonriendo, fue muy impactante, pero más aún, el coche de bebé.

En una de las clases una de las chicas le preguntó si la niña era suya a lo que ella respondió como si nada "Sí, ella es mi hija", jamás pensé que ella fuera así. Tenía una imagen mental de ella, juiciosa, responsable, sin experiencia en el amor o sexo, alguien de élite, pero todo se dañó. La chica ideal que tenía proyectada en ella se arruinó y la empecé a odiar.

Desafortunadamente nos tocó hacer un grupo para el parcial final, mi odio injustificado se hizo presente cuando hablaba o cuando la miraba.

- No sé en qué piensan los adolescentes de hoy, teniendo hijos sin tener incluso una casa o trabajo para mantenerlos - decía con arrogancia.

-Esa niña es sólo un estorbo- lo dije con desprecio absoluto contra ellas.

Notaba como me miraba con enojo pero jamás respondió a mis palabras, cosa que me hacía enojar más, sabía que ella no era la clase de persona que se justificaría solo porque alguien hablara mal de ella, si le preguntan ella responde con sinceridad. No sabía por qué la entendía a la perfección.

El día pasó y a la mañana siguiente la volví a ver, nos dio la dirección de su casa y la hora en que podíamos ir. Cuando llegué al lugar, miré que no era tan grande ni mucho menos lujoso como pensaba, su apartamento era pequeño, tenía tres habitaciones pero no eran tan grandes.

Nos guío a la sala- comedor donde tenía una laptop vieja y varios libros, Bob estaba en el sofá jugando con la niña. Luego de acomodarnos, Ariana y Bob fueron hasta la cocina, llevaron comida y bebidas. En medio del debate sobre el trabajo, la niña se puso a llorar.

-Discúlpenme necesito llevar a Emma a la cama, no me demoro- dijo Ariana cogiendo a la niña y llevándola a la habitación.

-Bueno en esta parte es importante que todos estén de acuerdo, John, llama a Ana por favor- dijo Bob unos minutos después que Ariana entrará a la habitación y escribiendo en el computador y hablando con la otra chica.

Suspiré y caminé en dirección a la habitación, abrí la puerta lentamente y la miré tarareando una canción con la niña en sus brazos, caminando alrededor, una imagen muy hermosa a decir verdad. Me miró y dio otra vuelta antes de dejar a la niña en la cuna.

-¿Me necesitan?- preguntó susurrando caminando hacia mí.

-Si, necesitamos tu aprobación para una parte del trabajo- susurré igual que ella.

-Bien- apagó la luz y dejó la puerta entreabierta.

Caminamos rápido y en silencio hasta la sala, no volví a hablar con ella si no era algo referente al trabajo.

-Vamos a dividir el grupo, Ana y John buscan está parte para terminar el trabajo y Sara y yo esta. Nos volvemos a reunir dentro de 15 días para ver el avance- dijo Bob señalando las partes que nos tocaba.

-Me opongo- dije -yo no pienso trabajar con ella-

-¿Por qué?- pregunto confundido -¿Tienes una razón para eso?-

-No, simplemente no creo que ella vaya a ayudar mucho, no me agrada la idea de arrastrar a otros-

-No creo que eso pase, ella sabe hacer bien sus trabajos ya sea en la casa, como madre o en el trabajo. Lo sé porque la conozco desde hace mucho tiempo, trabajo con ella, y he estado en este apartamento mucho tiempo- sus palabras demostraba lo orgulloso que estaba de eso.

Sara se reía de verlo así y Ariana solo suspiraba con cansancio.

-Por mi está bien, sé que tengo el tiempo limitado pero eso no impide que haga el trabajo y no importa con quién haga la investigación- se levantó y fue hasta la cocina y trajo más bebidas.

-Yo tampoco tengo problema con eso- dijo Sara riéndose más, algo que no entendía.

-Bien, está decidido. John junto a Ariana y Sara conmigo, dejemos hasta aquí por hoy, Ana necesita descansar y nosotros también. Hora de irnos chicos- dijo Bob levantándose y besando la cabeza de Ariana.

-¿Te vas a quedar esta noche?- pregunto ella mientras recogía los vasos y el desorden.

-No creo, no traje ropa y tampoco los libros de mañana pero desde el jueves si me quedo- sonrió con picardía.

-¿Te quedarás la otra semana también?- su conversación era demasiado íntima como para que Sara y yo la escucháramos.

Miré a Sara para que recogiera sus cosas y saliéramos rápido de esa casa, ella solo recogía sus cosas calmadamente.

-¿Puedo?- pregunto demasiado alegre.

-¿Ustedes son novios?- pregunto Sara como si nada.

-No- respondió Bob sonriendo y abrazando a Ariana -ella es mi amiga -

-Entonces amigos sexuales- sonrió con malicia al hacer esa afirmación.

Bob miró a Ariana y se puso a reír muy fuerte y apresándola más en sus brazos, mientras ella intentaba salir de su agarre.

-No somos eso tampoco, la mejor amiga de esta chica- alzando su rostro con una de sus manos- es mi novia y ella vive aquí, por eso me quedo aquí, prácticamente vivo aquí, paso más tiempo aquí que en mi propia casa- explicó jugando con los cachetes de Ariana, haciendo que ella le mordiera la mano -si Brenda se entera que han dicho eso lloraría muchísimo-

-Seguro, hasta saldría corriendo llamándonos infieles- dijo sonriendo un poco, algo que me impresionó muchísimo, la había visto sonreír dos veces en un solo día.

-¿Quieres pasar un rato conmigo?- susurró Sara en mi oído.

Sabía a qué se refería, nos despedimos y la lleve hasta un motel. No era la única con la que tenía sexo, Sara era una de muchas de las chicas con las que me acostaba. La gran mayoría eran de la universidad, pero también otras mujeres que conocía en bares.

Ariana me buscó al día siguiente para encontrarnos y buscar información, dijo que fuera hasta su trabajo para hablar con su jefe ya que él conocía a una persona perfecta para ayudarnos. Cuando llegué a la cafetería quedé estupefacto, si Bob la hacía reír de vez en cuando, su jefe la hacía reír mucho más, era una chica muy diferente de la universidad. Me guió hasta una parte no muy ruidosa del local y me sirvió un café y siguió trabajando, estuve sentado en ese local desde la cinco de la tarde hasta las ocho de la noche, a veces venía y se sentaba, hablamos un poco del proyecto, otras veces era su jefe el que se sentaba frente a mí y se quedaba mirándome, Bob me explicó que era raro que la preferida del jefe llevara un hombre al local.

Siempre que miraba a Ariana junto a su jefe me sentía muy incómodo, más por las miradas que se lanzaban, era como si su relación fuera más allá de jefe y empleado. Traté de no pensar en eso y concentrarme en verla cómo se movía por todo el local, me dí cuenta que un hombre un poco mayor que yo la miraba todo el tiempo, justo como un acosador​. Me acerqué a Ariana por su espalda, pasé mi brazo por su hombro y cuello.

-El hombre cerca de la puerta ha estado mirándote desde que llegué aquí, ¿no será un acosador?- susurré en su oído

-¿Qué? - trató de mirar pero rápidamente pasé mi otro brazo por su cintura.

-No mires, actúa normal. Llama a Bob y dile de ese hombre, también a tu jefe-

-Suéltame por favor, ya sé que me está mirando, César ya hizo lo necesario para que pueda salir temprano, además dijo que salieras un momento para hablar del trabajo- la solté lentamente y salí a esperarla.

UN DULCE ENCUENTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora