Capítulo 12

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Ariana había vivido una vida bastante complicada, saber un poco del pasado de ella me llenó de un sentimiento de alegría; pero esa alegría se vió opacada cuando volví a casa.

- ¿Dónde estabas? - escuché la demandante voz de mi padre, suspiré con cansancio.
- No te incumbe -
- Debes dejar de hacer lo que quieras, aquí me obedeces. Solo tienes que estudiar y nada más. Vas a ser un abogado de élite y no como la fracasada de tu madre - sus palabras llenas de veneno hicieron que mi sangre hirviera del enojo.
- Mi madre no es fracasada, si ser élite es ser una porquería de persona prefiero ser un fracasado - caminé con rapidez hacía lo habitación sin escuchar sus palabras llenas de amargura.

Siempre era lo mismo con él, el buen humor que tenía por estar con Ariana y Emma se esfumó en menos de un minuto. En el parque de atracciones pude observar que muchos tipos se fijaron en Ariana, a pesar de que tenía a Emma en sus brazos no les importaba mirarla con deseo y lascivia. Ariana no era tan hermosa pero tenía algo que hacía que se fijaran en ella, tal vez era su actitud o sus expresiones; lo que tuviera hizo que me diera cuenta que me estaba enamorando de ella.

Dos días después de la salida al parque fui a la cafetería esperando encontrarme con ella pero me desilusioné al no verla, me acerqué a Bob para preguntar por ella.

- ¿Dónde está Ariana? - susurré para que ningún cliente me escuchara.
- Se tomo el día, hoy es su cumpleaños y el aniversario de la ... - de repente dejó de hablar incómodo.
-¿Aniversario de qué? - exigí poniendo mi mano en su hombro.
- Eso no creo que me corresponda decírtelo - la incomodidad en sus voz demostraba que ocultaba algo y que sin duda no diría nada sin la autorización de Ariana, cosa que veía imposible.
- Se fue a visitar la tumba de su madre - susurró César en mi oido asustándome. sonrió haciendo señas para que lo siguiera.

Lo seguí hasta su oficina, me senté en uno de los sofá; me contó que cada año pedía permiso para visitar la tumba de su madre.

- Tengo una pregunta - asentí para que continuara -¿Qué es lo que estás tramando con Ariana?-
-¿De qué hablas? No estoy tramando nada, yo solo ... - estaba confundido por sus palabras.
- No juegues con ella, no hagas que te busque y te de una golpiza que jamás olvidarás - todo el tiempo que hablaba no dejó de sonreír, ese tipo era aterrador.
- Confieso que cuando la conocí quería jugar con ella pero ya no, sé por lo que ha pasado y no quiero ser otro que la lastime. Prefiero alejarme ya, antes de lastimarla - sus ojos estaban fijos en los míos, estaba analizándome.
- Ya sabes lo que pasará si no cumples con tu palabra - se levantó dejándome solo en su oficina.

Ariana estaba siendo protegida por personas que en verdad la amaba, era una chica muy afortunada. Me fui hasta el apartamento de mi padre, esperaba no encontrarlo, cada vez que nos veíamos discutíamos; incluso cuando fui por primera vez a quedarme en el apartamento de Ariana había discutido fuertemente sobre mi madre con mi padre. Odiaba eso, odiaba que la imagen de mamá fuera dañada por palabras agrias y llenas de rencor.

Esa noche volví a discutir con mi padre sobre mi futuro y mamá, esta vez hubo golpes por su parte. Salí de ese lugar antes de golpearlo, no quería ser como él. Caminé sin rumbo fijo, quería despejar mi mente, quería olvidar todo.

- ¿John? - escuché la voz de Ariana detrás de mí - ¿Qué haces aquí? - vi como sus ojos se abrían de la sorpresa.
- ¡¿Qué te pasó?! estás herido - ven, vamos a curar esas heridas - exclamó poniendo su mano en mi hombro.

La seguí cargando el coche, llevaba a Emma en brazos. Abrió la puerta y corrió a dejar a la niña en la cuna y buscar el botiquín, cerré la puerta con candado dejando el coche a un lado, me senté en el sofá con cansancio; Ariana empezó a limpiarme con extremo cuidado.

- No voy a preguntar nada, puedes quedarte aquí está noche-
-Fue mi padre, la mayoría de veces que he venido es porque he peleado con él, incluso la primera vez- Ariana no decía nada, seguía curando mis heridas - que estupidez ¿No? Alguien tan grande como yo huir de su casa por una discusión -
- Yo no pienso eso, creo que es normal respirar un aire diferente al de la casa y más si nuestros padres no nos escucha pero que no se vuelva costumbre, te convertirás en un cobarde si corres cada vez que un problema se presenta - nos miramos unos minutos sin hablar - quítate la camisa - susurró.

Obedecí, mi corazón latía con fuerza, había olvidado mi enojo y tristeza. Cuando terminó nos volvimos a ver, deseaba besarla, deseaba abrazarla fuertemente; guiado por mis pensamientos y deseos lentamente me acerqué a sus labios y de manera sosegada la besé. Sus labios eran suaves, dulces, incitaban a morderlos; de inmediato mi mente recreó imágenes de ella y yo juntos. Ariana me alejó rápidamente antes de hacer realidad mis fantasías.

- John yo no... -
- Perdón Ariana fue un impulso, me deje llevar - puse mis manos en mi rostro como si eso me ayudara a devolver el tiempo u olvidar ese incómodo momento.
- John yo no soy una de las chicas con las que te acuestas, no puedo serlo - sus ojos nunca se apartaron de los míos mientras hablaba. Sus palabras dolieron.
- Nunca pensé en ti como algo pasajero o una pareja de una sola noche, ya sabes, pensaba que no sabías del sexo -
- Entonces, ¿Por qué me besaste?- su pregunta era la misma que me hacía en ese mismo instante.
- No lo sé Ariana, tal vez es porque me has empezado a gustar - las palabras salieron sin darme cuenta.
-¿Gustar? John creo que no he hecho algo para captar tu atención de esa manera -
- Pero aún así, lo hiciste - suspiré - No voy a decirte que salgamos o algo por el estilo, no estoy seguro de mis sentimientos y sé que tú tampoco lo estás - sus mejillas se sonrojaron.
- Puede que tengas razón, pero eso no significa que te pida algo más que tu amistad - se alejó cerrando el botiquín - solo quiero que Emma viva bien y feliz, solo eso pido-
- Bien, ni tu ni yo volveremos a hablar del tema hasta que estemos seguros ¿Te parece? - asintió- dejando a un lado este incómodo momento, quiero preguntarte algo - susurró que si podía preguntar.
- Emma no es tu hija ¿Verdad? -

UN DULCE ENCUENTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora