Capítulo 18

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Antoine

La hice sonreír al quedar con Krane y Caro, y me gustó.

Conduje hasta la casa de las chicas, Noa me iba guiando, y aparqué cerca de ella. Caminamos uno al lado del otro mientras Mía hacía ruiditos y Noa sonreía.

-¿Sabes que me debes esa sonrisa?-pregunté cogiéndole la mano

-¿Prefieres una sonrisa o un beso?

-Ambos-me besó y sonrió

Noa llamó a la puerta y abrió Cris

-¡Los que faltaban! Estoy empezando a pensar que el francés te tiene demasiado ocupada...

Noa sonrió y entramos. Koke me arrebató a Mía nada más entrar.

-¿A que quieres más al Tito Koke que a papá? ¿A que si?

Nos sentamos en el sofá mientras Koke daba vueltas con Mía alrededor de la sala.

-Vas a marearla-le adverti sin apartar la vista de mi pequeña

-¡Qué va!

-No dirás lo mismo cuando te vomite encima.

Mientras Koke jugaba con Mía en el suelo, las chicas comenzaron a charlar animadamente sobre Caro y cómo le iba en Sevilla y nosotros hablábamos de fútbol.

-¿Y si hacemos un viaje?-la voz de Cris se elevó por encima de todas y nos quedamos en silencio- Uno como los de antes, una semana sin chicos y sin preocupaciones en alguna playa lejana.

-Yo creo que deberíamos hacerlo-dijo Luna-. Además, hace mucho que no viajamos juntas.

Todas asintieron decididas mientras nosotros nos mirábamos extrañados. ¿Iban a irse sin más?

-Perfecto-dijo Cris-. Nos vamos mañana.

-Pero no tenemos los billetes y...-Chenoa se vio interrumpida por Cris, que sacó unos billetes de su bolsillo-Debi suponerlo.

-Pues no se hable más, vamos a volver a tener nuestro viaje de chicas.

-Eso significa que nosotros nos quedamos solos-dijo Yannick cruzándose de brazos

-No creo que quemes la casa en mi ausencia...

-Nunca se sabe.

-Déjalas disfrutar hombre-Koke me devolvió a Mía y se sentó en el regazo de Carrasco-. No van a hacer nada que no deban... Todas son nuestras novias ya ¿no?

Las miradas de los chicos se posaron en mí y yo me encogí de hombros.

-¡Vamos a comer!-exclamó Luna-Poned la mesa chicos.

Le di la niña a Noa y me acerqué a la cocina a por cubiertos mientras las chicas sacaban la comida de allí.

-¿Aún no es tu novia?-preguntó Saúl cuando estábamos solos en la cocina

-Ella dice que sin petición formal nada pero... No creo que haga nada teniéndome a mi aquí, loco por ella.

-Mejor prevenir que curar.

Asenti y salí de la cocina con los tenedores en la mano. Los coloqué en la mesa y me senté a la derecha de Noa que, al ser zurda, estaba sentada en la esquina izquierda de la mesa.

Pasamos la comida charlando animadamente sobre los entrenamientos y sobre a dónde irían de viaje.

Tras la comida, los chicos se quedaron con las chicas y Noa, Mía y yo decidimos ir a dar un paseo y de paso hacer la compra para su apartamento. Bueno lo decidimos Noa y yo que Mía, por aquel entonces, no decidía nada.

Por Verte Sonreír #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora