Aura terminó con su amor de la infancia la misma noche en que habían decidido mudarse juntos a la capital. Esa noche observó a Dimas partir, a su mejor amigo, la única persona que amaba.
Los años pasaron, Dimas no quiso volver a hablar con ella...
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And I am a weapon of massive consumption
And its not my fault
It's how I'm programmed to function
The Fear — Lily Allen
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—¿Estás durmiendo?
La cama está invadida por el calor que desprende el cuerpo de Dimas. Observo su silueta, entre las sombras, mientras mira hacia techo con los brazos detrás de la cabeza. El único sonido que se filtra entre nosotros es el débil silbido del aire acondicionado.
—No...
Mi habitación parece pequeña con él ahí, las manos me hormiguean deseando deslizarse sobre su pecho. No debí permitir que viniera a dormir conmigo, pero las palabras jamás llegaron a mis labios y sólo pude sonreír como tonta.
—¿Por qué?
—Porque me estás observando —ríe con suavidad.
Me estremezco al sentir el movimiento de la cama y le doy la espalda fingiendo indignación. Tenemos mantas separadas y me he puesto un pijama que suelo usar sólo en invierno, no quiero enviarle señales confusas...
Pongo los ojos en blanco y muerdo mis labios... ¡Como si dormir en la misma cama no fuera confuso!
—Hey...
Un suspiro escapa de mi boca cuando roda mi cintura con su brazo.
—¿Estás enojada?
—No.
Está hablando sobre mi oído y sus rizos me hacen cosquillas en la mejilla. No es la primera vez que dormimos juntos sin que nada más suceda, pero sí desde que regresó. Antes era muy común mentir a nuestros padres y quedarnos en algún lado a pasar la noche, en especial cuando él estaba agotado luego de un partido de futbol americano... ¡Hasta eso, no eligió el soccer como la mayoría de los chicos del colegio! Él me abrazaba y enredaba sus piernas con las mías, adormecidos por la respiración del otro... Igual era antes de que incluso fuéramos novios...
Pero ahora...
—¿Sigues triste?
¿Triste? ¡Ah, sí! ¡En realidad no sé lo que estoy sintiendo sobre aquello!
—Ya se me pasará...
Dimas recuesta la cabeza detrás de mi nuca y su respiración acaricia mi espalda. Nunca me he encontrado en una situación tan... complicada. Una parte de mí quiere girarse y besarlo hasta que se olvide de todo el daño que le hice, pero otra más racional me obliga a estar quieta en mi sitio.
