The contact that you make
The moment when a memory aches
Who can tell
You do it well
Wishes on a wheel
How's it supposed to feel
Wishes — Beach House
☆★☆
Estoy a punto de entrar en pánico como los demás, pero León me mataría. Arrebato las llaves de las temblorosas manos de Marina y le rodeo la cintura con un brazo.
—¿Qué haces? —pregunta contrariada.
—La ambulancia tardará —respondo y dejo que se recargue en mí al bajar los escalones—. Te llevaré al hospital y en el camino llamaremos a León.
—¡Puedo caminar sola! —chilla—. ¡Lo que tu quieres es matarme!
—¡Que no, mujer! —grito—. ¡Y baja con cuidado los jodidos escalones!
—¡No me levantes la voz, estúpida!
Resisto los deseos de darle un buen pellizco y abro la puerta del copiloto; Marina quiere asesinarme con la mirada mientras la ayudo a sentarse. Pido a los chicos del valet parking que le informen a Federico para que también avise a León, los mismos clientes están gritando que los dejen pasar rápido, y poco a poco se convierte en un pandemónium del que me alegra escapar así sea con Marina.
¡Las ironías de la vida! ¿Alguna vez he imaginado ayudarla? No, pero es justo lo que haré, aunque sea más por León y su hija que por la madre.
El interior del Buick me hace sentir en una nave especial y no tengo la menor idea de para qué se necesitan tantos botones.
—¡Enciende el automóvil, idiota!
—¡Yo no soy la idiota que está a punto de parir por corajes innecesarios!
—¿Llamas innecesario a venir a pedirte que te alejes de nuestras vidas?
Pongo en marcha el vehículo y las llantas rechinan cuando piso el acelerador... ¡Este automóvil es un monstruo en comparación de mi viejo Tsuru!
—¡Ya dije que no es nada de lo que piensas!
Una ligera llovizna cae y, luego de verme fallar horrorosamente intentando encender los limpiaparabrisas, ella lo hace.
—¡¿Entonces?!
—Primero deja de gritarme —le suplico lanzando una mirada antes de ingresar al tráfico de Prolongación Montejo—. Ya no hay nadie para escuchar el espectáculo.
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La Melodía de Aura 1 - Preludio
RomanceAura terminó con su amor de la infancia la misma noche en que habían decidido mudarse juntos a la capital. Esa noche observó a Dimas partir, a su mejor amigo, la única persona que amaba. Los años pasaron, Dimas no quiso volver a hablar con ella...