Capítulo 38

6.8K 906 153
                                    

☆★☆

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

☆★☆

Despierto al escuchar un portazo y suelto un sonoro bostezo. Sofía está sentada frente al escritorio usando su iPad, ya lleva el cabello húmedo y un discreto pantalón de mezclilla ancho con una blusa blanca.

—¿Te he despertado?

Niego, incorporándome en la cama, y vuelvo a escuchar otro portazo; creo que alguien está discutiendo.

—Es Minerva —dice ella mirando hacia la puerta—. Empezaron hace un rato.

—¿Por qué?

Se encoge de hombros y regresa su atención al iPad.

—¿Con Dimas?

—Creo que con todos...

La princesa de la banda Aura... Es peor que una diva y tiene a los chicos consintiéndola. No obstante, no sé el nivel de presión que deben sentir... ¡En pocas horas es el concurso!

—Voy a darme un baño y desayunamos algo ¿Sí?

Sofía me observa mientras saco una muda de ropa de la maleta que compartimos para el viaje.

—¿Podemos esperar a que se vayan?

¿Podemos? No traje mi automóvil...

—Puedo conducir el auto de Eric —digo y suelto otro bostezo, la pasaré mal con un automóvil de transmisión manual—. No sé si quiera prestármelo, pero puedo intentar. Todavía tiene el golpe que le di el otro día... —sacudo la cabeza—. Dijo que no tenía que pagar nada, pero apenas cobre esta quincena e insistiré en arreglarlo.

—No creo que se niegue a prestarte su auto.

Hay algo en la voz de Sofía que me hace mirarla con rapidez y clava la vista en el iPad.

—¿Te hizo algo?

—No —contesta sorprendida—. No es eso.

—¿Entonces?

—Nada, sólo estoy un poco afectada por los calmantes.

—¿Todavía? Dijiste que eran suaves...

Sofía vuelve a encogerse de hombros y sigue recorriendo la pantalla táctil de su iPad con los dedos. La conozco lo suficiente para saber que miente y no me quiere contar, pero desconozco el motivo. Tampoco creo que Eric le hiciera algo, al menos no en sus cinco sentidos y ayer no lo vi demasiado ebrio.

—Voy a darme una du...

Otro portazo me interrumpe; en realidad, creo que es alguien golpeando una puerta con el puño. Pongo los ojos en blanco y me encierro en el baño. Mi lado chismoso no se controla y en un par de ocasiones cierro el agua intentando escuchar de qué va la discusión sin obtener resultado. Sofía tiene razón, no es sólo Dimas, sino que también hablan a los demás.

La Melodía de Aura 1 - PreludioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora