Aura terminó con su amor de la infancia la misma noche en que habían decidido mudarse juntos a la capital. Esa noche observó a Dimas partir, a su mejor amigo, la única persona que amaba.
Los años pasaron, Dimas no quiso volver a hablar con ella...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
There's all those places we used to go
And I suspect you already know
But that place on memory lane you liked still looks the same
But something about it's changed
Fireside — Arctic Monkeys
☆★☆
Percibo un murmullo molesto que amenaza con romper la burbuja perfecta en la que estoy. Una calidez acogedora me envuelve y sólo deseo permanecer aquí con ese aroma inconfundible rodeándome.
—Creo que es tu celular...
Abro los ojos con brusquedad al escuchar la voz de Dimas y por un instante no sé en dónde estoy. Veo el tatuaje frente a mí y acaricio con la mirada su piel hasta observar su rostro, intenta seguir durmiendo.
¿Cuál parte fue un sueño? ¿Cuál fue realidad?
Escucho el mar y pasos en la planta baja. No entiendo qué está sucediendo y mi mente se niega a salir de la neblina en la que se ha instalado.
Me incorporo sobre la cama y cubro mi desnudez con la sábana azul. La habitación está como siempre, pero... ¿Dimas con un tatuaje? ¿Una perfecta y cuidada barba? ¿Cabello más largo?
¿Qué demonios está sucediendo?
¿Acaso he tenido el sueño más extraño en el que nos separamos por años?
Eso sería una pesadilla...
—¿Estás bien...?
Dimas me observa con el ceño fruncido.
—Sí...
Ese molesto murmullo continúa y entonces descubro su origen, el celular sobre la mesa de noche.
—Es tu celular —informo.
Dimas me analiza con un dejo de preocupación y contesta la llamada en medio de un sonoro bostezo.
—Hola, Mina. Disculpa, dejé el celular en silencio.
Oh... No fue una pesadilla...
Vuelvo a recostarme y busco el refugio de su cuerpo mientras continúa con el celular pegado a la oreja; la calidez de su piel se propaga sobre la mía.
—Estoy en la casa de la playa —revela con voz rasposa—. Vine con mis hermanos después de la cena.
¿Ahora soy su hermano?
—¿La una de la tarde? —pregunta con sorpresa— Voy para allá... Tardaré un rato, iré a cambiarme de ropa al departamento... ¿Aura? No, no sé en dónde pueda estar...
