Ambas esperaron impacientes,
así como el sol y la luna,
y tanto o más que las estrellas.
Lluvia solo pedía
que le concedieran un milagro
después de tantos infortunios.
Ambas esperaron impacientes,
así como el sol y la luna,
y tanto o más que las estrellas.
Lluvia solo pedía
que le concedieran un milagro
después de tantos infortunios.