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Ciertamente aquel grito tan sonoro y peculiar, no solo alcanzó los oídos de Guren y Shinya... también llegó hasta un azabache que intentaba no desesperarse.

De inmediato corrió en aquella dirección; siendo seguido por una Shinoa que se lamentaba tener compañeros tan torpes.

— ¡Que lo tomes idiota! — nuevo grito de la escandalosa rubia.

— ¡¿Qué no ves que no puedo?! ¡Tómalo tú! 

— ¡No griten! 

La escena en sí fue bastante graciosa:
Una Mitsuba desesperada gritando ordenes a un Kimizuki malhumorado, quien seguía al -divertido- perrito junto al castaño nervioso.
El animalito estaba encantado, puesto que para él, solo se trataba de un juego. 
Lastimosamente para todos los que se encontraban a su alrededor... podría ser todo menos un juego.

— ¡Mika! — Yuichiro corrió hasta él.

Lo que no se esperaba era que el perrito le ladrase y continuase corriendo para huir de ellos.

Se quedó en shock por unos segundos, dolido ante el hecho de que le hubiese ladrado.
Es decir, ¡no podía hacerle eso! ¡Era su novio!
Luego recordó el hecho de que la consciencia de Mika se había ido, y que lo que tenía frente a él, no era más que un perro juguetón. Pero aún a sabiendas de eso, sentía una cólera horrible que le cegaba completamente.

— Juro que cuando regreses a la normalidad voy a golpearte — siseó con furia y continuó con la caza del rubio.

— ¡¿Qué diablos está pasando aquí?!

Y llegó Guren.

Inumika [Mikayuu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora