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— Ya se tardó demasiado...

La sombra de la tarde se había esfumado y junto con ella, la paciencia de la pelirosa.

¿Dónde estaba? ¡Se supone que ese día iría a verla para comentarle como le iba! Entonces ¿¡por qué el mal agradecido de Mikaela no aparecía!?

— Respira~ respira... —alentaba un distraido vampiro de cabellos plateados, observando un álbum entre sus manos.

Aunque no lo aparentase, también estaba preocupado.

Mika no tenía la costumbre de llegar tarde, contrario a ello, era un ser demasiado puntual.
Mucho más cuando era Krul quien le llamaba.

— Cinco minutos más. Si no aparece, voy por él. —segura de sus palabras, tiro su cuerpo contra una silla, moviendo su pié a un ritmo acelerado por la impaciencia.

Uno, dos, tres, cuatro, cinco segundos...

— ¡Ya! ¡Estoy harta! Ferid, vienes conmigo.

Inumika [Mikayuu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora