Grandes caminos habría de tomar para llegar a su destino.
Largas distancias tendría que cruzar para finalmente descansar.
Dichos que creía tontos se repetía momento a momento, analizando cada uno de ellos como si fuesen las respuestas a sus inquietudes.
No era pues algo tan complicado de decir, tampoco hacer. Pero el riesgo que tomaría era demasiado grande.
¿Tomarlo u no tomarlo?
¿Arriesgarse o continuar como un cachorro?
— Espera, espera, ¿cómo me pides que tome algo que no es seguro? ¡¿Quieres matarme?! —ladró con enfado.
¡Ni siquiera confiaba en ella! ¡Por supuesto que no la tomaría! ¿Por qué había dudado tanto? Vaya que quería golperse a sí mismo en esos momentos.
Los dos presentes le miraron un tanto aturdidos, no sabían lo que pasaba ni lo que decía, pero por la forma en la que había ladrado, suponían haber recibido una respuesta negativa.
— ¿Dónde está Yuu-chan? —preguntó esta vez, intentando calmarse a sí mismo.
Pero allí estaba esa sensación extraña recorriendo sus venas. Algo no andaba bien, y el no poder tener cerca a su pequeño huracán le daba aún más temor.
Yoichi ladeó su cabeza sin comprender nada, en cambio, Shinoa elevó la botellita entre sus manos.
— Entonces ¿la vas a tomar u no?
Recibiendo un gruñido exasperado, terminó dándose por vencida.
Era un mal agradecido.
— ¡Yuu-chan! ¡Yuu-chan, estúpidos humanos! ¡¿Dónde está Yuu-chan! —saltaba en la mesa de noche sobre la que había sido puesto.
— ¿Qué quieres ahora?
— ¿Tienes hambre? —preguntó Yoichi con cierta curiosidad.
El vampiro quiso golpear a los tontos amigos de su azabache.
Debió suponer desde un inicio que no podrían entenderlo como lo había hecho el albino.— ¡Quiero a Yuu-chan! —ladraba sin una pisca de tacto, haciendo retroceder a ambos por el susto.
— Parece estar llamando a su mujer. —se quejó una voz que recién entraba en la bibiblioteca, perteneciente a un joven de cabellos rosa—. Yuu está con el tigre ese, el demonio de Shinya...
Pero más tardaron en salir sus palabras, que el cachorro en salir corriendo del lugar a una velocidad admirable.
Ahora todo encajaba, esa era la razón de su malestar... sabía que sus celos no estaban descompuestos ni nada similar.¡Alguien más estaba con su Yuu-chan!
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Inumika [Mikayuu]
FanfictionNosotros hemos llegado a conocer lo idiota que puede ser Yūichirō algunas veces... Si, me refiero a ese azabache que más de alguna vez nos ha dado ganas de tomarlo por el cuello y ahorcarlo debido a las estupideces que comete. Bueno, esta vez no es...