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¡Dame! —exigió, aruñando las piernas de una rubia distraída.

Aquella soltó un chillido ahogado, provocando que el gatito saltase asustado hacia atrás.

— Idiota... ¡Ven aquí Yuu! —amenazó aquella, apuntándole al felino con el cuchillo de mesa.

El nombrado fue tomado entre dos brazos, unos extrañamente suaves...

— ¿Sigues siendo un gato, Yuu-kun? —la voz suave y tranquila fue suficiente para reconocer el dueño de esos bracitos tan finos. Menos mal, allí encontraría comida.

Llevó una de sus patitas delanteras a su boca, lamiéndola por un instante para luego dirigirla a su cabeza, acariciando el pelaje que no estuviese en su lugar.

Una vez que pensó encontrarse "guapo" volteó su cabecita hacia Yoichi, bajando sus orejas un poco.

¡Vaya que costaba hacer eso!

M-miau~imitando a un verdadero gato, esperó pacientemente que su mensaje se entendiese.

Es decir, esos ojos de gato hambriento tenían que decirles algo.
Y si no era eso, sus tripitas chillonas debían dar alguna pista.

— ¿Tienes hambre? —preguntó aquel con cierta confusión.

El rostro del azabache hizo una mueca graciosa como respuesta.

¡No~! —dijo sarcástico, agradeciendo que no podía entenderle— Moriré de hambre y todavía me preguntarás... "¿Te moriste?" —continuaba hablando mientras Yoichi tomaba un poco de arroz en sus manos para colocarlo frente a él— ¡Por supuesto que tengo hambre! ¡Dame de co...! ¡Oh! —las quejas fueron interrumpidas por la mano con pequeños granos de arroz. Sin decir algotra palabra, comió sin quejarse.

Inumika [Mikayuu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora