Inumika [Mikayuu]

♡ 29

— ¿Qué es lo que están haciendo? 

Bajo la brisa de un profundo atardecer que daba paso a la noche, dos chicas se encontraban en una de las bibliotecas principales del ejercito imperial, experimentando con líquidos de dudosa procedencia. -aunque pareciera que más bien jugaban-

— Kimizuki ¿sabes qué fue lo que usó Yuu-san en Mika-san?

— Como si fuese a saberlo, te apuesto a que ni siquiera ese idiota lo sabe.

Shinoa cruzó sus brazos, colocando una mirada llena de confusión e intriga, el haber visto a Mikaela en ese estado no le ayudaba mucho. Ella quería acción y dudaba considerablemente en que un perrito como seme de un humano pudiese dársela.

Aunque...

No, no... -negó con su cabeza repetidas veces, ignorando por completo a sus compañeros. Ella nunca había sido amante de la zoofilia.

— E-eh, chicos ¿han visto a Guren-sama? —una mujer mayor apareció entre la puerta de la biblioteca, sosteniendo un par de libros entre sus manos y con una clara expresión preocupada.

Antes de que tuviesen oportunidad de responder a la pregunta, Sayuri se vio empujada por un albino, quien abruptamente cerró la puerta de la biblioteca.

— Shinya-sa...

— ¡Shh! —calló el contrario, cubriendo la boca de su compañera con ambas manos.

Su corazón latía con prisa y desenfreno, pese a mostrarse asustado, el éxtasis de ser perseguido por Guren era una sensación desconocida hasta el momento. Sus piernas temblaban al no dar más, la respiración comenzaba a fallarle, inclusive sus manos cosquilleaban ansiosas a causa de la adrenalina comprimida en él.

"Como en el drama de una telenovela en el que la novia escapa y su futuro esposo va tras ella"

— ¡Shinya! ¡¿Qué hiciste con el idiota de Yuu?!

Se escuchó desde afuera una voz gruesa llamando por él, quien se estremeció ante la mención de su nombre.

En todo caso escaparía de él cuanto tiempo pudiese. Sabía que si llegaba a confesar su travesura, el castigo no sería como aquellos que le encantaban.

Aprovecharía esos momentos para disfrutarlo en todo su esplendor y luego aceptaría su castigo... sea cual fuese.