PATY
Observo cómo se retira subiendo las escaleras, exudando esa estúpida arrogancia cautivadora. ¿Tiene una cita? ¿Con quién? ¿La misma chica de anoche?
Paty: ¿La señorita llegó de improviso?
Frankco: No Srta., aquí nadie llega de improviso.
Paty: Hace un rato cuando le llamaste, ¿Fue para avisar que ya había llegado?
Frankco: Sí, ¿Por qué lo pregunta?
Paty: Curiosidad, buenas noches Frankco. (Finjo indiferencia).
Al quitarme los tenis, recuerdo cómo momentos antes, en el ocaso del atardecer, se arrodilló para quitármelos, me sentí como Cenicienta, cómo puede ser tan arrogante y tan caballero... Un perfecto caballero inglés.
Entro al jacuzzi para relajarme, él seguramente está haciendo lo mismo, pero acompañado. Si sabía que una chica lo esperaba, ¿Por qué me invitó a salir? ¿Pensaba cancelarla? ¿Para salir conmigo? ¡No!, no lo creo, tal vez se está volviendo algo serio y quería presentármela para ir los 3 a cenar. Y si sólo quería platicar conmigo... esos ojos azul infinito, la sonrisa conquistadora, su enorme mano, fuerte y cálida, sujetando la mía, ¡Dios!, tengo qué quitármelo de la mente, él no se fijaría en mí, puede tener a la que quiera y si llegara hacerlo... yo no podría darle lo que un hombre como él busca en una mujer, ni siquiera pude aceptar una salida a cenar. Basta de estar pensando en él, no tiene caso, es insoportable, millonario, mi jefe y solo estoy aquí, porque soy la ahijada del Doctor Tarson.
Una vez fuera del jacuzzi busco qué demonios ponerme mañana, alisto un vestido azul marino con mangas cortas, cuello en "U" un poco arriba de la rodilla con pequeñas estrellas en color blanco, los mismos tacones que he usado los demás días y unos pequeños aretes blancos en forma de margarita, esto estará bien para mañana, ahora sí, a descansar, pero no puedo quitarme la sensación de su mano sobre la mía...
¡¡Dios, es tardísimo!! Me va a matar si llego tarde al desayuno, me baño en chinga, me visto, seco un poco mi cabello, pero como no tengo tiempo de arreglarlo lo dejo suelto, ¡5 minutos!, voy 5 minutos tarde, ¿En su loco horario inglés no hay un tiempo de tolerancia?
Bajo apresurada las escaleras y lo observo girarse al escucharme, me quiere tragar con la mirada.
Paty: Buenos días Sr., disculpe por... (Me interrumpe).
Terry: No vuelvas a bajar corriendo las escaleras, de todas formas ya vienes tarde, 30 segundos antes no harán la diferencia.
Paty: Sí Sr., lo lamento.
Detesto la facilidad que tiene para hacerme sentir como estúpida, nos acercamos a la mesa del jardín y como siempre, jala la silla para que tome asiento, ¿Cómo puede estar molesto conmigo y aun así seguir siendo caballeroso?, es ilógico, si estás molesto, ¡Estás molesto y punto! Le pide, si se le puede llamar "pedir" a esa forma peculiar que tiene de extender la mano para que Frankco le dé su pastilla, que por cierto, sigo sin saber para qué demonios es, hace tanto ejercicio que quizá solo sean vitaminas o algo así, porque no parece enfermo. Desayunamos casi en completo silencio, esto es incómodo, muy incómodo, ¿No puede estar tan molesto porque llegué 5 minutos tarde al desayuno? ¿O sí?
Lía: ¿Qué paso?
Paty: Llegué 5 minutos tarde al desayuno ¡Dime que no es por eso!
Lía: Bueno, con el Sr. nunca se sabe.
Paty: O tal vez discutió anoche con su novia.
Lía: El Sr. no tiene novia, y si te refieres a la chica de anoche, te aseguro que no discutió con ella.
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El Sr. del Paraíso
AcakSinopsis Terry Grandchester o el Sr. del Paraíso, como las personas a su alrededor lo llaman, un inglés con sabor brasileño, envidiado por los caballeros y deseado por las damas, aunque hay que mencionar que también algunos hombres lo desean. Dueño...