CAPITULO XI

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¿Qué hice? ¿Cómo me dejé llevar? Mis labios aún palpitan de deseo, ha sido el beso más excitante, apasionado y posesivo que he recibido, me hizo suya con tan solo tocarme. Hacía tanto tiempo que no permitía que nadie se me acercara tanto, lo deseaba, quería sentirlo, pero no debe repetirse, él disfruta de estar con varias mujeres, y aunque no sea así, yo no puedo darle lo que él desea, debo mantenerlo al margen si quiero seguir aquí.

Ahora entiendo por qué todas vienen encantadas a sus citas, si así besa, no quiero imaginarme cómo les hace el amor...

Al bajar a desayunar me encuentro en la cocina con Adele, me comenta que el Sr. está en la alberca, no quiero encontrarme con él, así que decido desayunar aquí con ella, estoy terminando mi delicioso licuado cuando decide aparecer.

Terry: ¿Qué haces desayunando aquí? (Pregunta con el ceño fruncido, en tono serio. Adele se levanta en cuanto lo ve).

Paty: Pues eso, desayunando.

Terry: Tú puedes hacerlo en el comedor o el jardín, no tienes por qué hacerlo aquí.

Paty: No quería desayunar sola y hacerlo aquí o en cualquier otro sitio me da igual.

Adele: ¿Quiere que le sirva el desayuno Sr.?

Terry: Sí, capuchino, jugo de arándano y un sándwich. (Se retira con mala cara y Adele le prepara inmediatamente el sándwich, que no es cualquier sándwich, era un Sr. club sándwich).

Paty: ¿Por qué no dejas que Naty lo haga? No has terminado de desayunar.

Adele: ¡No!, al Sr. le gusta que yo personalmente le prepare sus alimentos.

Paty: Es solo un sándwich.

Adele: Créeme, él nota la diferencia y deberías ir a acompañarlo a la mesa.

Paty: ¿Yo, por qué?, ya terminé, además no me lo pidió. )No quiero hablar del beso y mi huida ¿Qué le voy a decir? Me dirijo a mi habitación, pero mi nombre en su voz frena mi camino, ¡Trágame tierra!).

Paty: ¿Sí Sr.? (Separa la silla para que me siente. No tengo escapatoria).

Terry: ¿Descansaste? (Pregunta muy natural).

Paty: Sí, y usted ¿Durmió bien? (Su tono es cálido, su expresión amable y su mirada profunda).

Terry: Algo así, ¿Me vas a decir por qué saliste corriendo anoche? (¿Así o más directo?, pero no debe repetirse, me levanto para enfatizar mis palabras).

Paty: Ya se lo había dicho, usted es mi jefe yo su empleada y no es correcto.

Terry: Si-én-ta-te, te escucho exactamente igual de pie que sentada. (Su tono sigue siendo amable y aun así me siento como idiota). Y yo te vuelvo a hacer la misma pregunta, ¿Quién dice qué es o no correcto?

Paty: En este caso... Yo, la cercanía física, debe ir acompañada de algo más que solo atracción.

Terry: ¿Eso quiere decir que yo te atraigo? (¿Qué? ¡¡¡Nooo!!!).

Paty: Eso quiere decir que usted y yo tenemos una relación, únicamente laboral.

Terry: No veo por qué tiene que interponerse una cosa con otra.

Paty: Usted no, pero yo sí.

Terry: Explícame. (¿De verdad no es obvio para él? ¿O solo me pregunta por molestar?)

Paty: Para mí, ese tipo de acercamientos físicos se deben tener solo con una pareja, un novio, no con tu jefe.

Terry: Estamos en pleno 2015, eso de ponerle nombre a las relaciones interpersonales considero ha quedado obsoleto, entiendo que la educación mexicana es muy conservadora, pero eres una mujer preparada, yo nunca he tenido problema al combinar negocios con placer.

El Sr. del ParaísoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora