CAPÍTULO XIX

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TERRY

Ha pasado mes y medio desde que Paty y yo estamos juntos, 6 semanas llenas de muchas risas y de anécdotas compartidas, Paty no solo es una chica hermosa, ha demostrado su profesionalismo y capacidad, su hambre por seguir aprendiendo, lo que me inspira respeto y admiración, algo que nunca había sentido por ninguna mujer, me gusta observarla, sigue siendo la chica sencilla que salió un día detrás de la espalda del Dr. Tarson, es sensible, fuerte y decidida, lo que en varias ocasiones me saca de mis casillas, y claro que hemos discutido, pero ha sabido darme sus puntos de vista, después de darme espacio para controlar mi carácter, y yo he tratado de soportar el dolor lo mejor posible para no explotar por cualquier cosa, lo que creo ha agradecido todo mundo a mi alrededor. Adele me ha comentado un par de ocasiones que le da gusto verme tan feliz, ¿"Feliz"? Frankco me ha dado a entender que estoy enamorado, pero esto no puede ser amor, a lo que le llaman amor es irracional, y yo estoy consciente de todas las emociones que ella me provoca, incluyendo un deseo casi insoportable por hacerla mía, por venerar cada centímetro de su piel con mis labios, no sé qué deseo más de ella, si su esencia o su cuerpo, talvez es esa combinación tan perfectamente peligrosa la que me tiene necesitándola tanto.

Su miedo a salir de noche casi ha desaparecido, ha abandonado su mirada, aún percibo su nerviosismo, pero ha sido un gran logro en tan poco tiempo, no es fácil superar los temores, en cambio con el contacto en su espalda no he podido avanzar, sigue congelándose con el mínimo roce, no voy a presionarla, estoy seguro que poco a poco también lo superará, al menos no carga con cicatrices visibles, de lo que sea por lo que haya pasado... Como las mías.

Al Dr. Tarson no le hemos comentado nada, no necesita saberlo, pero está tranquilo al ver que nos llevamos bien, he tenido un par de noticias de Sofi, la he asesorado en algunas decisiones con su empresa, afortunadamente tiene mucho trabajo en que distraerse, Carlo sigue viviendo como solo él puede hacerlo, y aún no puede creer que tenga algo que ver con Paty, sin que esto vaya acompañado de sexo, y Dereck me pide cautela, supongo que también cree que estoy enamorado, Dimitry no deja de insistirme los fines de semana para ir al bar del Delux, pero me he negado, los fines de semana son solo para nosotros, no necesito más.

El Paraíso marcha mejor que nunca, estoy tranquilo, el zoológico está creciendo, Toretto ha regresado a ser libre como el viento, sigo con mis citas, 4 a la semana, de lunes a jueves, al principio fue difícil, pero poco a poco Paty se ha ido relajando con el tema, creo que ha entendido al fin, que el sexo es solo sexo.

Si no fuera por el maldito dolor constante en mi hombro, podría responderle a Adele, que sí, soy feliz, pero bueno, "Nadie dijo que la vida fuera fácil".

Son las 11 de la mañana del lunes y mi hermosa chica acaba de traer mi capuchino a la oficina, antes de irse me da un rápido beso, me encanta ver cuando se aleja, camina segura y sensual arriba de esos tacones altos que le hacen lucir unas piernas deliciosas y un trasero que muero por besar.

Un sonido en la laptop, me avisa que ha llegado un correo, al abrirlo me doy cuenta que es la invitación para asistir a la competencia mundial de kung-fu, gracias a esa competencia conocí a excepcionales maestros y gané grandes enemigos, el año pasado no asistí, este año tampoco lo haré, no he entrenado lo suficiente y... El dolor es mayor que hace dos años, no tendría caso, así que me limito a borrar el correo.

Trato de concentrarme en el trabajo, pero ese maldito correo me revive recuerdos de años anteriores, la euforia que se vivía en las gradas, la adrenalina que te mantenía alerta recorriéndote el cuerpo, las miradas desafiantes entre competidores, el sudor que caía gota a gota por la ira, el esfuerzo y el dolor, la sangre que ardía como lava quemando las venas, teniendo un solo objetivo, ¡¡VENCER!! Me levanto de golpe haciendo que la silla se dispare hacia atrás, golpeo el escritorio, mi respiración se acelera cargada de impotencia, al vencer esa última competencia pasé en cama 3 semanas, Koreshiga casi me destrozó el hombro, 3 semanas de un dolor agónico, solo comparado con el de hace 5 años después de la operación que me realizó el Dr. Tarson, una rehabilitación sumamente dolorosa que solo soporté por 2 meses, mis músculos se tensan y el dolor producido me hace sujetarlo. El teléfono suena.

El Sr. del ParaísoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora