Capítulo 31: Primera Cita

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Me acosté feliz después de pasar la tarde con Gale y Posy. Reímos, jugamos, Posy se disfrazó y nos la pasamos muy bien los tres, casi ni vimos los Juegos porque no había mucho que ver, repeticiones y mostrar qué hacían los tributos para capear la tormenta. Es raro que se alargue tanto, ya llevan más de cuarenta y ocho horas de lluvia en los Juegos y sin muertos, lo que no es normal. No a estas alturas cuando quedan un puñado de participantes. Por lo general, en esta avanzada etapa, los habitantes del Capitolio ya muestran ansiedad y presionan por tener un nuevo ganador, un nuevo ídolo que admirar. Sin embargo, este año podrían tener dos. Katniss y Peeta son la única pareja participante que queda viva. Imagino que debe haber mucha expectación por saber si ganarán y quizás han presionado tanto a las autoridades para mantenerlos juntos, que la tormenta torrencial sea un modo de alargar las cosas en el estadio, con la intención de ir eliminando tributos uno a uno hasta que sólo queden "los amantes trágicos del distrito 12" y coronarlos vencedores. Es la única explicación que se me ocurre para tanta dilatación en terminar los Juegos del Hambre.

Cuando subí a ver a mamá, la encontré mejor y bastante alerta, por lo que sólo tuve que prepararle la tina y esperarla para cenar juntas, algo que no hacíamos hace días. Quiso saber qué estuve haciendo todo el día: le hice un resumen que fui al banco porque quiero comprarme nuevos libros y accesorios, que Hester me invitó a una cita después del partido del viernes y que tuve de invitada a Posy Hawthorne y su hermano Gale, pues le debía la invitación a Posy hace días. 

- Pudiste haberme despertado para conocerlos -comenta mamá-. Deben creer que soy una snob y  que no quise saludarlos.

- Lo hice, mamá... pero estabas grogui por la morfina -le contesto-. Así que te disculpé que no te sentías bien, mejor que no te vean en ese estado...

- Bien, cuando tengas visitas trataré de estar lúcida. Avísame antes para no hacer el papelón de zombie dando tumbos por la casa -bromea y se ríe de sí misma. Al menos, está de humor-. ¿Y quién es ese chico que te invitó a salir?

- Hester Dugan, mamá. Es el hijo mayor del banquero, el señor Dugan. Tiene una melliza, Afton -le explico-. ¿Los conoces?

- ¿Los Dugan?, claro que sí, no los conozco personalmente, pero sí sé quienes son: Donald Dugan junior, iba un año más arriba que yo en la escuela, favorito de las chicas por venir de una familia millonaria con larga tradición en la banca. La actual señora Dugan, Eliza Leagan de soltera, fue compañera mía. No nos llevábamos bien, ella y su amiga Marla me fastidiaban casi a diario. Las dos eran una pesadilla muy molesta y repetitiva -suspira mi madre.

- ¿Te molestaban en la escuela, mamá? -pregunto algo atónita, no lo sabía, nunca había dicho nada al respecto.

- Sólo ellas, pero también tuve buenas amigas, como la madre de Katniss. Pero nunca falta una o un par de chicas que se cree mejor que el resto y fastidia a las demás, ¿cierto? Apuesto que debe haber alguna en la escuela...

- Este año son un trío: Misty Hoppie y sus amigas Ronnie Miller y Blaze Foster ¡Son insoportables, una pesadilla! Se creen superiores -le cuento-. Y ahora último, Misty la ha tomado conmigo... -<<por haberme hecho amiga de Gale Hawthorne>>, me abstengo de decir.

- Vaya, cómo se repiten las circunstancias -dice mamá y yo la miro interrogante-. Entiendo que Misty Hoppie es hija de Marla y ella justamente era amiga de Eliza, ambas me molestaban. Sobre todo Marla, que quería conquistar a tu padre, era patética, no tienes idea cuánto lo persiguió. ¿No será que su hija la tomó contigo porque tienes una cita con Hester? Quizás ella también puso sus ojos en el mismo chico.

- Puede ser -le digo evasiva, quitándole importancia con la mano. 

Prefiero que mamá no sepa por ahora que el chico en el que Misty y yo estamos interesadas es Gale y no Hester. Sé que Misty fue novia de Hester hace un tiempo, rompieron poco después de las vacaciones de invierno, aunque no creo que sea ese el motivo por el que me fastidia últimamente. Ni siquiera debe saber que saldré con su ex. Mamá da su aprobación para la cita pero señala que también debo tener la de papá, que llamará mañana. Yo pienso lo mismo, de hecho fue lo que le dije a Hester, que debo consultar con mis padres primero. Como acepté la cita sólo por sacarle pica a Gale, tengo la leve esperanza que papá no me dé permiso y poder zafarme sin quedar mal con Hester. Tengo rabia con Gale, tengo ganas de cachetearlo y remecerlo porque parece darse cuenta de mis coqueteos pero no se atreve a darme un buen beso de una vez por todas o sigue con la cabeza en otra parte (Katniss). La primera parte del plan, fingir interés y llorar por Peeta ha resultado hasta ahora: Gale me ha dado su consuelo (besos tímidos y abrazos que me transportan al cielo), por lo tanto, pretendo seguir con aquello. La segunda fase, provocarle celos con otro chico... está por verse. Al menos, pareció no gustarle cuando se lo comenté hace un rato. Incluso parecía reprocharme salir con un chico. Sé que el y Hester no son amigos aunque vayan en el mismo grado porque Dugan no tiene amigos de la Veta y Gale tampoco sería amigo de un chico de la clase comerciante, menos un snob como Hester, que mira a los mineros como subhumanos. Y como suele alardear de su posición privilegiada, las chicas lo siguen como moscas a la miel; supongo que su lista de conquistas es igual o más larga que la de Gale. 

Gale y Madge: Fresas en el BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora