¿Quién es Ladybug? [#1]

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La clase transcurrió con normalidad. Adrien se sorprendió de lo pronto que dejaron de hablar sobre el gigante de piedra que casi los mata, como si lo hubiesen olvidado totalmente. Prestaban atención a madame Bustier (otros no, como Chloé, quien se miraba en el espejo; o Nathaniel, que estaba dibujando). Adrien tomó apuntes de todo, decidiendo que todo era importante, aunque no quería confesar que ya dominaba el tema que estaba impartiendo madame Bustier.

—¡Oh! Casi lo olvidaba. Debido a la aparición de ese nuevo villano, no pudieron escuchar el aviso al final del acto —les dijo la profesora antes de irse—. El señor Damocles ha decidido retirarse, por lo que tendremos un nuevo director. Es algo que surgió de momento y sorpresivo. 

El aula comenzó a llenarse de susurros. "¿Quién es el nuevo director?", "¿A dónde irá Damocles?", "¿Por qué se va luego de iniciar el año?".

—Así que formalmente les diré quién es su nuevo director —siguió la profesora—. Supongo nuestro nuevo estudiante —señaló a Adrien con el mentón— lo conoce mejor que nosotros.

No, pensó Adrien, pero era tarde para analizar los hechos y negar la verdad.

—El nuevo director es Gabriel Agreste. Sí, sí, al parecer los diseñadores de moda mundialmente conocidos tienen... diversas actividades que son de su agrado. 

La clase volvió a estar abarrotada de voces.

—¡Silencio, por favor! —dijo la profesora, y el murmullo se apagó, aunque seguían sonando susurros—. Eso era todo lo que faltaba por decirles, que tenga feliz resto del día.

Adrien maldijo internamente. Al fin entendía por qué su padre había accedido, luego de años de pedírselo, a dejarlo estudiar fuera de casa. Algo debió darle un indicio, como que Nathalie seguía ajustando sus horarios y los de su hermano, o que su padre había accedido a que su guardaespaldas no estuviera con él en el instituto; o, simplemente el hecho de que le había dicho que sí.

—Hermano, estás perdido —le dijo Nino saliendo del aula—. ¿Tu padre como director? ¿Qué divertido tiene eso? Será más estricto contigo que con los demás porque eres su hijo.

—Mi padre ya es estricto de por sí —contestó Adrien.

—Valimos ver...

—¿Dónde queda tu dormitorio? —interrumpió Adrien.

—Tercer piso del edificio 9, habitación 2.

Adrien sonrió.

—Yo tengo la habitación 1.

—¡Viejo! ¡Seremos compañeros! Esto mola. ¿Te parece si salimos mañana? Es sábado, podemos ir a este lugar cerca del instituto y...

—No lo sé, Nino —dijo Adrien—, sabes que la institución llama a los padres para saber si sus hijos tienen permitido salir los fines de semana, y bueno, mi padre ahora es el director.

—No me digas que tu viejo es así de estricto...

—Entonces no lo diré.

—Rayos, Adrien. ¿No tienes vida social?

—¿Qué es eso? —bromeó Adrien.

Y ambos entraron en el edificio. No estaba lejos de la escuela, pero el campus era muy amplio y Adrien agradeció no tener que dar una larga caminata.

—Por si no lo sabes, las habitaciones están juntas —dijo Nino—. Bueno, juntas pero separadas. Verás... —y cuando subieron al tercer piso comenzó a explicar—. ¿Ves esta puerta? Es nuestra hermosa puerta, así es, de los dos. —Nino abrió la puerta—. Pero, ¡oh santa Ladybug! Hay dos puertas y este pequeño espacio entre ambas. Aquella, hermano —dijo Nino, señalando la puerta de la izquierda—, es tu habitación. Esta —señalo a la derecha—, es la mía.