¿Qué pasaría si te dijeran que tus 7 primos vienen para el verano que entra?
Sí, siete. No dos ni cuatro. Siete
Amber, enloqueció al enterarse de aquella noticia; pues sabía que la llegada de ellos pondrían la casa patas arriba, con su maleducad...
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Kyle quien había hecho el alboroto, brinca en los sillones, la pequeña Abbie por fin se había soltado de mi pierna y se había ido con Henry a jugar. Ally y Bridget hablan abiertamente sobre maquillaje y moda, Liam parece estar entretenido en su celular y Brad, bueno, él sigue sin hacer nada. Alex intenta controlar a Abbie y a Kyle como podía y se las arregló para que todos terminaran sentados en el sillón de enfrente.
Y qué decir de mis hermanos. Ellos se rascan la nuca y miran atentos a mis primos. Prendería la televisión para al menos poner algo de ambiente ahora, pero no me parece lo mejor de hacer. El único ruido que se oye es el de Henry y Abbie, exaltados por jugar.
—¿Les gusta la pizza? —les pregunto a todos. Al mismo tiempo me miran—. Digo, puedo pedir una.
—¡Claro! —contesta Bridget parándose de su asiento, pero la mano de Brad la detiene.
—No queremos nada, gracias —luego de esto, todos vuelven a lo suyo.
Esta situación me está incomodando, sobre todo la pierna de Kyle que no deja de moverse.
—Tengo videojuegos, podemos jugar si quieren —sugiere por su parte Dylan.
—¿Cuáles tienes? —a Kyle le brillan sus ojos.
Ambos empiezan a discutir sobre los videojuegos de Dylan pero la voz gruesa de Brad vuelve a interrumpir.
—¡No queremos nada de esta casa! ¿Entendieron? —todos voltean a verlo asombrado. Su voz provoca un gran sonido por toda la casa, incluso Abbie y Henry dejan de jugar.
—¿Oye hermano, qué problema tienes? —Kyle le da un empujón a su hombro y él aprieta su mandíbula.
—¿Qué problema tengo? ¿Quieres saber que jodido problema tengo? El maldito problema es que ellos no son nuestra familia y jamás lo serán. Sólo quieren ser "educados" porque somos hijos de su tía. ¿Pero sabes qué? Esa educación es hipocresía. Ellos no nos quieren de verdad —su cara ahora está completamente roja.
Cuando termina de hablar, sale de casa, cerrando la puerta bruscamente detrás de él.
Estoy sin habla. Quién diría que Brad, el primo sonriente gracioso y travieso se convertiría en el primo amargado y callado.
Bridget se levanta del sillón para probablemente salir hacia donde Brad, pero la mano de Ally la detiene.
—Es mejor que lo dejes así —Bridget pasa saliva y vuelve a su lugar.
El silencio regresa, pero un llanto proveniente de la cocina se escucha. Todos nos levantamos de nuestro lugar y encontramos a la pequeña Abbie en el suelo.
—¿Qué pasó pequeña? —se acerca a preguntar Bidget a la pequeña y ella misma la carga en sus brazos.
—Él... me-me ti-tiró —tartamudea la pequeña sin poder controlar su llanto. Todos volteamos, está Henry con una cacerola en la cabeza.