[Este capítulo no es la continuación del anterior ni el siguiente de este. Es un especial pero no intervendrá en los hechos de la historia.]
Brad.
Dormir con Alex si de por sí ya era odioso, ahora más con Dylan. Él muy amablemente me había dejado dormir en su cama y ellos dos dormirían con un tendido de cobijas en colchones inflables. Lo malo es que ambos roncaban y Dylan hablaba dormido. Alex pateaba y se subía encima de ti si es que llegabas a dormir con él. Eso fue de lo único que me salvé.
Toda la noche estuve escuchando decir a Dylan: "¡Deja en paz a mi mula y a mi ganado!". Una hora después Alex dijo: "Yo soy el Sucio Dan".
Me tapo con las almohadas y a veces con las cobijas pero sigo escuchando a Dylan y Alex hablar. En una de esas, Dylan se levanta de su colchón y lo veo de reojo. Me destapo y veo a Dylan acercarse a la puerta de la habitación.
—¿Dylan, a dónde vas? —intento susurrar. Él no me escucha.
Dylan se sigue dirigiendo a la puerta de la habitación. Me agacho hasta la altura de Alex y le muevo el hombro.
—Alex, despierta, Dylan está de sonámbulo —Alex se mueve pero no se levanta.
No me queda de otra que ir yo mismo detrás de mi primo a las tres y media de la mañana. Me pongo las pantuflas de oso polar y la sudadera que dejé cerca de mí. Rápido camino hasta encontrarme con Dylan bajando las escaleras.
—Dylan, Dylan despierta —me da miedo despertarlo de golpe. Si no mal recuerdo, mamá me dijo que es malo despertar a alguien en ese estado.
Dylan baja las escaleras como si estuviera despierto y lo voy siguiendo por la sala.
—Dylan —lo nombro.
Parece como si estuviera crudo de haber tomado en una cantina ayer. Me duele la cabeza y la luz que entra por la habitación me molesta. Escucho a Henry y a Abbie jugar por el corredor.
—Dejen dormir al prójimo —digo aunque no me hayan escuchado.
—¡Brad! Levántate —alarga Kyle. Unos segundos después, siento agua por mi almohada.
—¡Kyle, no hagas eso! —me cubro con la cobija intentando taparme del agua que sale de la pistola Nerf de Kyle.
Kyle se va riendo después de haberme mojado mi pijama de manga larga con pantalones de cuadros rojos.
—Témpanos de hielo —digo entre dientes.
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Primos en casa [Sin Editar]
Humor¿Qué pasaría si te dijeran que tus 7 primos vienen para el verano que entra? Sí, siete. No dos ni cuatro. Siete Amber, enloqueció al enterarse de aquella noticia; pues sabía que la llegada de ellos pondrían la casa patas arriba, con su maleducad...