Capítulo 10: La boda; primera parte

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Tía Emily había despertado a todos los Joyce temprano para ellos ir de comprar y tener qué ponerse en la boda

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Tía Emily había despertado a todos los Joyce temprano para ellos ir de comprar y tener qué ponerse en la boda. Mientras tanto, los demás empezaron a alistarse; pero como yo soy toda una floja, me he quedado dormida hasta que el celular sonó indicando una videollamada de Jesse y Harper. Estiro el brazo para alcanzar el celular y al mirar la pantalla, le doy en "Contestar".

—¿Te despertamos, Bella Durmiente?
—pregunta Harper a través de la pantalla.

—Son las nueve de la mañana —intento acostumbrarme a la luz y tallo mi cara con la mano.

—No te quejes —suelta Jesse—. No nos culpes por querer hablarte.

—Agradécenos que te unimos a la llamada —sonríe con picardía Harper.

—Tendré una boda en unas horas —me quejo.

—Hace mucho que no voy a una —señala Jesse.

—Yo sólo tengo frío —añade Harper y lo volteamos a ver—. Es Canadá, qué esperaban —Jesse suelta una risita.

—Desde aquí se te ve la nariz roja
—suelto una risa al igual que Jesse.

—¿Cómo te va con los Joyce? —tuerzo la boca.

Es verdad. ¿Cómo es mi relación con los Joyce de ahora en adelante? Habíamos dejado a cada uno dormir en nuestras habitaciones; pero pese a todo, no es como si nuestra relación hubiera crecido, ¿o sí?

—Ya ni se —refuño—, los dejamos dormir en nuestras habitaciones —ambos abren la boca—. Pero eso no significa que me lleve bien con ellos —cierran la boca pero sus ojos aún siguen abiertos.

—No creo.

—Ni yo —responden entre ellos.

Luego paso a contarles lo del perro Raúl –el nombre puesto por Kyle y Henry–, y el espiar a tía Emily.

—Bueno, si no me equivoco diciendo esto —Jesse pone un dedo en su barbilla—, eso es empezar a llevarse bien.

—¡Uy! Y pensar que no los querías ver ni en pintura —si tuviera a Harper a mi lado, ya le hubiera dado un almohadazo.

—No es eso —me impaciento—, sólo que, no lo sé.

Entre los temas triviales de los que hablamos después, estaban que Harper ya estaba cansado de jugar Bingo con su abuela, y que había conocido a una chica que era vecina de su abuela.

—Harper tiene novia —canturreo.

—Oh, cállate. Es solo una chica más. Es linda, pero no me imagino teniendo algo con ella.

Después, Jesse sigue con que su papá no salía de la carne asada, y menos ahora que él trae más seguido a sus amigos a la casa. Pero que ella se divierte conociendo a las hijas de los amigos de su papá. Y con un chico.

Primos en casa [Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora