Avoiding Feelings. ||Terminada||

Intro

-Entonces...

-Saldré con las chicas ésta noche-afirmé acomodando mi cabello frente al espejo del baño con Alex parado tras de mi también arreglando su cabello hacía un lado, creo qué él le ponía mas empeño a su look que yo.

-¿Cuantas noches estarás celebrando tu despedida de soltera, Amber?

Levanté mis ojos hacía su reflejo y noté su ceja levantada, no estaba molesto, solo bromeaba.

-Hasta que nos casemos-guiñe haciendolo sonreír negando con su cabeza.

-Eso espero-suspiró dando un apretón a su corbata para darse la vuelta y salir del baño.

Lo seguí hasta la habitación-¿Ya te vas?

-Si, necesito llegar mas temprano. Cuando me quedo aquí siempre consigo mas tráfico de lo normal-habla recogiendo su celular y billetera-No vemos después-da un corto beso en mis labios y se va.

-Te acompaño a la puerta.

Corrí para alcanzarlo y caminar por el pasillo hasta la puerta de entrada de mi apartamento. Ésta vez me lancé a besarlo pero con ganas y no como él lo había hecho, eso lo deja atontado y me retracto casi al segundo, a veces simplemente no puedo contenerme.

-Te veo luego, prometido-dije encima de sus labios con una tonta sonrisa.

Sonrió rodando sus ojos y cogiendo mis brazos me hizo hacía atrás-No llegues tarde a casa, Amber.

-Te amo-grité a su espalda que ya caminaba hacia los ascensores.

-Y yo a ti-escuché su respuesta y cerré la puerta caminando hasta la cocina.

Miré con una mueca triste el bonito desayuno que había preparado para los dos, y esa tristeza me hizo comerme ambos, joder, sería un cerdito si seguía comiendo de ésta manera.

Esa era la culpa post-comidaexagerada.

Fui hasta mi habitación a ordenar mi cama donde había pasado la noche con oh-tan-perfecto prometido. Y no lo decía de una manera sarcástica, era el hombre perfecto para mi. Ni siquiera habíamos tenido esa noche sexo ya que el pobre trabaja como un burro en el campo, lo sé, qué patético e inadecuado ejemplo, pero igual cuando pasaba la noche con él me despertaba alegre, estaba enamorada hasta lo huesos.

Nuestra relación era así justo como lo describían en los periódicos y revistas empresariales. No dramas, no peleas, eramos prácticamente máquinas, pero a mi me gustaba así y él se manejaba así, por lo que éramos tal para cual.

Hoy era mi viernes libre, los tenía al menos dos veces al mes por razones personales, como que el jefe era mi novio y prometido casi esposo, por ejemplo. Así que iría con mis amigas a un club que Mónica descubrió y nos ha estado invitando por nuestros grupo de iMessage desde hace casi un mes, hoy finalmente iríamos.

Decidí relajarme en el sofá mirándo a mi celular por el resto del día, sería realmente largo porque no tenía nada pendiente sobre la boda ya que Alex contrato a alguien que se encargaba de todo.

No había fecha aún, pero ya la mayoría de las cosas como invitaciones, y las decoraciones del salón qué alquilaríamos estaban compradas. Se estimaba anteriormente para dos meses, pero Alex recibió a un nuevo inversionistas que venía del otro lado del mundo y no podía dejarlo ir, así que atrasamos otro mes y decidimos no poner fecha exacta para no presionarnos.

Revisé muchísimas revistas de vestidos de novias pero después de un mes aún no me había gustado ninguno, ni siquiera uno que tuviera potencial y cambiarle algo para hacerlo a mi gusto, nada.