Avoiding Feelings. ||Terminada||

Making out

{Justin}

Estaba tomándome muy en serio el papel de adolescentes que hacía que su chica se escapara de casa.

Porque lo único que llevábamos haciendo desde hace unos veinte minutos ha sido besarnos. Y no me estoy quejando de ello, de hecho estoy disfrutando y poniendo todo mi empeño. Pero es raro, y distinto. Y me encanta.

Aunque tenga ya una erección- yo siempre tengo una erección, ¿a quién le importa?- no hago ningún movimiento como querer sacarle la ropa o besar su escote. Ya saben, lo normal porque es lo que se supone que hacemos. Y no es porque no quiera, porque siempre quiero, pero justo ahora se siente tan bien hacer solo esto que estoy viviendolo, diafrutandolo, sintiendolo, no sé si me explico.

Era algo que no hacía desde... Creo que nunca. Porque en la preparatoria todas las chicas caían fácil y no debía pasar por todo eso de tener que ir a citas y esas cosas.

¿Será por eso que estoy disfrutando tanto ésto? Porque ¿"no quemé la etapa"?

De nuevo me alejo en busca de aire, dirigiendo mi mirada a los ojos de ella. Joder, ¿por que son tan bonitos? Al igual que su pequeña boca y su respingada nariz.
Aún estoy pensando sobre ésta semana que se nos viene, como ya para el siguiente fin de semana tendré todas las copias de las revistas aquí... Como el cumpleaños de Brend es el miércoles de la semana anterior a su boda. Me frunzo el ceño a mi mismo y sacudo esos pensamientos estúpidos.

—¿Podemos pasar a la segunda base?—bromeo, ¿aligerando el ambiente? No tengo idea.

Parpadeó—A penas nos conocemos—responde frunciendo el ceño.

Me sigue el juego y relamo mis labios reprimiendo una sonrisa—Tienes razón, solo debemos seguir con ésto—aseguro refiriéndome al besuqueo.

—Pero vamos adentro—sonríe divertida jalandome el brazo.

Cierro las puertas después de entrar y ella me espera frente al sofá señalandolo e indicando donde debo sentarme, así que la obedezco y no aparto mi mirada de la suya hasta que estoy sentado y espero cauteloso su siguiente movimiento, ambos sonreímos cuando se monta a horcajadas en mi regazo—¿Seguimos besuqueandonos?

Se inclina besando mi mandíbula, completamente sentanda encima de mi—Si, es nuestra primera cita, y solo se permiten besuqueos.

Sonrío ignorando lo que mucho que me gustó lo que dijo y atrapo su rostro entre mis manos, la atraigo hacia mi hasta cubrir mis labios con los suyos y vuelvo a perderme entres los movimientos y sensaciones de su húmeda lengua, dientes y labios en mi. Devuelvo cada uno de sus movimientos y los alargo más. Si ella muerde mi lengua, yo muerdo la suya y también la chupo. Suelta varios jadeos cuando hago eso y debe ser porque estoy jodidamente duro, pero no me importa, estoy aguantando como un campeón porque quiero alargar también el momento.

O al menos eso intento. Cuando noto que la calentura nos está ganando llevo las manos a sus muslos y me molesta sentir la tela de su pantalón, en serio odio que use pantalones cerca de mi.

Amber deja de besarme antes de que yo lo haga para quejarme de sus pantalones. Respira un poco dificultosa, y lleva sus manos por debajo de mi suéter acariciando mi abdomen con la yema de sus dedos y uñas.

—¿Cuantas chicas en la secundaria te hicieron pasar por todo eso de la primera base, y segunda?—pregunta curiosa levantando una ceja.

Miro hacía sus manos pérdidas dentro de mi camisa y luego a sus pantalones—Ninguna. Quítate los pantalones, son molestos.

—¿Ninguna?—bufó—No te creo.

Sin inmutarse se levantó y saco sus zapatos y pantalones en un santiamén, volvió a mi regazo metiendo sus manos por dentro de mi camisa nuevamente y esta vez la diferencia en el roce de nuestras partes fue mucho más distintas para ambos porque los dos nos estremecimos, solo que ella lo dejó pasar para seguir preguntándome.