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Ya estaba oscureciendo, y esperaba de todo corazón que Edie estuviese en su casa, ya que no le envié ningún mensaje por WhatsApp, no quise avisarle, ya que, tenía miedo de no enco trarla después, aunque quizás hubiese sido lo mejor, pues ahora tenía miedo de ser raptada o violada, por quien sabe qué.

Me bajé del transporte público y caminé rápidamente, de verdad estaba muy oscuro, mi móvil sonó repentinamente, y no pude contener las ganas de leer el mensaje, era mi madre, quien tenía WhatsAppp no hace mucho tiempo, mientras caminaba leí su mensaje.

¿En donde estás Lis? Ya es tarde, podrías avisar cualquier cosa, por favor!!! Besos.

Mientras caminaba y miraba el móvil, no me percaté que había una piedra enorme entre el asfalto, tropecé y mi móvil voló por los cielos, caí sobre mis rodillas, por lo que podrán imaginarse mi dolor, pero toda la culpa la tenía yo, que no me habría fijado en el camino.

- ¡Estas cosas me pasan sólo a mí!.- me dije a mi misma... - intentándo recoger todas las partes de mi móvil.

- Creo que hoy no es tu día...- me dijo alguien en la oscuridad.

Intentando ver, no podía reconocer quien era, sólo observaba una sombra que... ¡ se estaba acercándo a mi!, mi corazón comenzó a latir fuertemente, tenía miedo y a la vez sentía curiosidad, quizás me conocía, como también habían muchas más posibilidades de que no me conociera esa persona, tomé todo y lo metí a mi bolso, pero al momento de querer levantarme, elevé la mirada y ya era tarde, el chico estaba alzando su mano para ofrecerme ayuda. Por fín pude reconocer su rostro, no era un desconocido, pero hubiese preferido, desde el fondo de mi corazón, que fuese un desconocido, era él... era Maicol.

- ¿Donde vas a estas horas? -me dijo mientras me ayudaba a levantarme.

- Voy ... voy a casa... a casa de Edie. - ¿Por qué me puse tan torpe para hablar? Definitivamente aún me ponía nerviosa ver a Maicol, y no podría ser menos después de todo lo que había pasado entre nosotros, pero no debía ponerme así, él quizás pensaría que yo aún siento cosas por él, y no es así. Desvié la mirada rápidamente , y seguí por mi camino, ya quedaba menos para llegar a casa de Edie, dos cuadras para ser exactos.

- Pues te acompañaré, hace tiempo que no te veo. - me dijo mientras caminaba detrás de mí.

- No creo que sea necesario, yo me sé el camino sola. - le dije sin mirarlo a la cara, no quería hablar torpemente de nuevo.

- Sabes que nunca permitiría que te pasara algo, yo siempre me preocupaba por ti ¿recuerdas?. -al decirme eso, no pude contener mirarlo a la cara, me di vuelta y fruncí el ceño, ¿qué intentaba diciendome eso?

-Yo también recuerdo muchas cosas Maicol,y no necesariamente son cosas buenas de tí.- le dije sin pelos en la lengua, ¿qué pretendía? Yo no había olvidado nada, y seguí caminando cada vez más rápido, pero Maicol me seguía el paso.

- Tu siempre recordando las cosas malas Lis, yo prefiero rescatar solo las cosas buenas de nuestra relación, creo que es lo mejor.

- ¡Será porque yo no te hice nada malo! Crees que yo tengo que dejar pasar las cosas malas, y no es asíde fácil, además no estoy aquí por tí, si hubiese sabido que estarías por acá, te juro que no hubiese venido.

- Yo tampoco estoy aquí por ti, tontita, aquí cerca vive mi novia...Verónica... y me dirigía a tomar el transporte público para llegar a mi casa.

El Infinito Mas GrandeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora